Ruptura de CiU en el Congreso: se divide en dos subgrupos con dos portavoces

Según ha explicado el hasta ahora portavoz adjunto de CiU en el Congreso, Pere Macías , tras la reunión que han mantenido esta mañana no hay acuerdo que permita mantener un solo portavoz. Aunque los 16 diputados permanecerán agrupados en el mismo grupo porque el reglamento no permite otra fórmula, se dividirán en dos subgrupos, el de CDC y el de UDC, y tendrán dos portavoces.

Josep Antoni Duran Lleida será el portavoz de Unió, mientras que el propio Macías será el de Convergencia, tal y como él mismo ha confirmado en rueda de prensa, en la que ha señalado que cada subgrupo tendrá su «autonomía» y se repartirán todas las funciones parlamentarias, y además habrá también una división «física» en los escaños, en los que se sentarán juntos por un lado los 6 diputados de Unió y, por otro, los 10 de Convergencia.

Macias ha insistido en que a partir de ahora él deja de ser portavoz adjunto de CiU para ser el portavoz de Convergència y firmará todas las iniciativas que presente su partido, que actuará en la práctica con la independencia de cualquier otro grupo parlamentario, aunque a efectos de la «legalidad» tenga que contemplarse como un subgrupo.

Además, ha insistido en que cada subgrupo decidirá de forma autónoma su voto y se repartirán todas las funciones y tiempos de intervenciones parlamentarias , y habrá también una división «física» en los escaños, en los que se sentarán por un lado los 6 diputados de Unió y, en otras filas los 10 de Convergencia, cuyo portavoz adjunto será el diputado Carles Campuzano.

Con esta fórmula se «pone fin» a la historia del grupo parlamentario de CiU en el Congreso, que ahora pasará a llamarse Grupo Catalán de Convergència y Unió , de cuyo trabajo Macias ha hecho un «balance muy positivo» por su «extraordinaria actividad y eficacia» en la defensa de los intereses de Cataluña en el Estado central.

Los cambios anunciados hoy se formalizarán en el primer pleno extraordinario de julio y, según Macias, servirán para reforzar también el papel de Convergència, que buscaba tener un «marco parlamentario propio» una vez formalizada la ruptura con Unió ante las divergencias del partido democristiano con la hoja de ruta soberanista fijada por el presidente de la Generalitat, Artur Mas.