Íñigo de la Serna: «Querer desmarcarse ahora del PP es desleal»

-La marca PP ¿suma o resta?

-Por supuesto que suma. No nos olvidemos que muchos alcaldes lo somos gracias a una corriente muy favorable a nuestro partido. En ese año tan dulce de 2011, muchos lo consiguieron.

-Pero estará de acuerdo conmigo en que ese no es un discurso compartido por alguno de sus compañeros.

-Pues a mí me parece desleal que porque ahora las expectativas sean peores para el PP, pretenda alguien desmarcarse del partido que le ha elegido y ha propiciado que sea alcalde o presidente autonómico.

-Entonces, habrá pedido a Mariano Rajoy que le acompañe en campaña...

-Por supuesto, no lo dude.

La pregunta parece extrañarle por obvia. Y lo sería de no haber aparecido más de un candidato popular dispuesto a ponerse de perfil con su partido, ahora que las encuestas le castigan. El alcalde continúa.

-No solo no hay que ocultar las siglas sino que yo me siento orgulloso de ellas.

-Usted que es alcalde desde hace ocho años y aspira a revalidar ese puesto el 24 de mayo, me concederá que algún error en comunicación han tenido en su partido...

-Pues mire, cuando uno está a lo importante -y lo importante es de tal envergadura como la crisis económica que este Gobierno ha tenido que atender- es difícil ponerse a hacer valoraciones políticas sobre otros temas. Si hay que sacar a este país del abismo, como ocurrió, lo que menos le preocupa a uno es si se tiene o no una estrategia de comunicación adecuada.

-Pero hay quien dice que por eso luego han venido otros para ocupar el terreno del PP...

-Quizá pueda estar relacionado con la necesidad de atender lo urgente. Y, mientras tanto, ese espacio haya sido ocupado por otras formaciones que se han dedicado a contar a su manera lo que estaba ocurriendo.

-¿Se refiere a Ciudadanos?

-De ese partido lo importante es saber cuál es su ideología y el perfil de sus candidatos porque uno lee la prensa en Asturias y descubre que su candidato había ocultado que había militado en el PSOE. Y el aspirante en Santander también proviene de esas filas aunque no lo haya reconocido.

Los sondeos, a diferencia de lo que ocurre en otras plazas fundamentales, no parecen depositar en el partido de Albert Rivera la suerte política de Íñigo de la Serna. Sin embargo, el interlocutor de ABC se muestra inflexible cada vez que tiene que opinar sobre el nuevo partido de centro-derecha que araña votos a Génova.

-¿Le tiene miedo?

-Yo no tengo miedo a ningún partido. Es cierto que Ciudadanos es una opción que parece contar con muchos apoyos. Pero nosotros tenemos que ofrecer nuestro proyecto y nada más.

-¿O sea que cree que sus compañeros le prestan demasiada atención?

-Es que si uno atiende a las propuestas que va haciendo Ciudadanos, algunas pueden conectar con el perfil de nuestro votante. Pero lo importante es que expliquen de verdad qué es lo que quieren hacer.

-Y cuando lo hagan... ¿qué ocurrirá?

-Pues cuando lo hagan, que ya en algún punto están empezando a hacerlo, nuestros simpatizantes se darán cuenta de que el PP es el que responde a lo que ellos quieren. Como ha sido siempre.

-¿Usted es de los que creen que hay que ir hablando con Rivera para posible acuerdos después del 24-M?

-Yo no. Sí que creo que siempre hay que mantener un contacto permanente para tener lazos que favorezcan acuerdos futuros. Pero nunca tratar de acercar pactos. Nosotros lo que tenemos que hacer es salir a por la mayoría absoluta. Es nuestra obligación.

-Mídame el daño que les ha hecho Rodrigo Rato...

-No sabría hacerlo. Porque cuando escuchan los ciudadanos esa noticia la colocan sobre un conjunto de otras informaciones que les habían llevado al hartazgo. Pero es verdad que yo vengo de una ciudad del norte de España donde la influencia de estas noticias es menor. En Madrid se ve de una manera más directa.

-Pero ¿le habrá decepcionado que el icono del milagro económico de toda una época en su partido haya terminado así?

-Claro, a todos nos ha decepcionado ir conociendo lo que hemos conocido. Para el PP es un golpe muy duro.

-¿Daría a conocer los 715 nombres investigados por Montoro?

-Yo creo que si no se puede -y no se puede-, no se debe hacer. Nunca se ha hecho, ni siquiera por aquellos que ahora lo reclaman abiertamente en un alarde de demagogia. Sepa usted que la ley no lo permite.

-Ahora que Mariano Rajoy ha dicho que va a ser candidato, ¿se han apagado las voces que pedían una reflexión si se perdía el 24-M?

-Yo ya sabía al cien por cien que se quedaba. Hágame caso; nadie ve otro escenario y creo que es el mejor líder que puede tener el PP.

-¿Pase lo que pase en las municipales y autonómicas?

-Pase lo que pase.

Si hay un terreno en el que parece sentirse cómodo el regidor es hablando de muncipios, competencias, concejales y hasta de Montoro, desde que les controla las cuentas.

-Ahora no pueden dar un paso los alcaldes sin que les dé permiso el ministro de Hacienda. Es como un alcalde en la sombra ¿no?

-El esfuerzo que han hecho las entidades locales en términos de adelgazamiento del sector público es muy superior al de la Administración del Estado y al de las Autonomías. ¿Qué ocurre? Que efectivamente la ley de estabilidad presupuestaria plantea cada vez más exigencias en cuanto a cumplimiento de los objetivos y suministro de información. Pero eso no es un problema. Hoy que he estado en el Ministerio nos han dicho que al cierre de 2014, el 97% de los ayuntamientos están en situación de superávit.

-Y eso sin suprimir municipios o fusionarlos como se plantean hacer Italia y Francia y aquí ha sido imposible...

-Es que es ridículo suprimir ayuntamientos. La cuestión no está en el cuánto sino en el cómo. En el cómo se gestionan los municipios.

-La oposición dijo que su ley de reforma local iba a echar a la calle a miles de funcionarios...

-Y se ha demostrado que es mentira. E incluso se dijo que se dejarían de prestar servicios. Nada de eso ha pasado.

-¿Es partidario de que gobierne la lista más votada?

-Por supuesto. Pero la oposición no quiso hacer la reforma local. Todo apunta a que, tras las elecciones, puede haber gobiernos que requieran de pactos y muchas actuaciones administrativas se paralicen: desde los presupuestos a la aprobación de ordenanzas. En ese momento, quizá los ciudadanos perciban que esa falta de estabilidad les afecta en su vida.

-¿En su campaña venderá gestión o discurso político?

-Gestión, por supuesto. Sobre todo plantearé estímulos para la actividad económica, bonificaciones para las empresas que generen empleo, apoyo a los autónomos y garantizar que nadie se quede sin prestación social.