Suscribete a
ABC Premium

Historia

El pirata Cabrón y la épica conquista castellana de las Islas Canarias

En la invasión de Gran Canaria, un ejército castellano se impuso a una fuerza de miles de nativos. La superioridad de la caballería fue determinante, frente a una enconada resistencia que dejó sin dientes al mismísimo hombre que da nombre al insulto

El pirata Cabrón y la épica conquista castellana de las Islas Canarias ABC

César Cervera

Hubo un tiempo en el que las Islas Canarias, llamadas así por los romanos al hallar grandes mastines en sus tierras –algo que la arqueología no ha podido demostrar–, era un lugar casi mitológico poblado por los guanches: nativos supuestamente de gran envergadura, cabellos ... rubios, ojos claros (similares a las tribus del Rif africano) y avanzadas técnicas de astronomía. No en vano, la visión grecorromana simplificaba lo que era un archipielago poblado por muy distintas tribus, desde los guanches de Tenerife a los Canarii de Gran Canaria. Y con la apertura de las grandes rutas marítimas, aquel paraíso incierto se convirtió en objeto de deseo de españoles, italianos, franceses y portugueses. Durante casi 100 años, Castilla acometió una hercúlea campaña militar para someter a su fiera población local, que llegó a su conclusión en 1496. Hasta entonces, ni siquiera las acciones militares del mítico pirata Pedro Fernández Cabrón, quien regresó a su Cádiz natal con la boca torcida a causa de una pedrada de un guerrero nativo, pudo amansar la resistencia local.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia