«Santi Potros» lideró a la ETA más sanguinaria

Arrospide Sarasola nació en Lasarte (Guipúzcoa) el 2 de febrero de 1948 y entró a formar parte de la banda terrorista en 1968 para ingresar en 1976 en los comandos Bereziak (especiales) de ETA político-militar.

Beneficiado por la aplicación de la amnistía general de 1977, pidió asilo político en Francia, donde le fue concedido el estatuto de refugiado político el 26 de noviembre de 1982, y desde 1981 hasta 1985 se hizo cargo de los comandos ilegales de ETA.

Tras dirigir los comandos más letales de ETA, «Santi Potros» se distanciaba ya en prisión de la ortodoxia de la organización, llegando a manifestar sus discrepancias con la banda a raíz de la ruptura del alto el fuego de ETA, el 30 de diciembre de 2006, con el atentado en la T-4 del aeropuerto madrileño de Barajas.

El primer sumario en el que aparece su nombre es el del asesinato del policía nacional Ángel Postigo, en Pamplona, en junio de 1980. Posteriormente, entre 1981 y 1985, fue procesado por el asalto al cuartel de la Guardia Civil de Zarautz, por los secuestros del industrial José Lipperheide y del industrial y directivo del Athletic de Bilbao, Juan Pedro Guzmán Uribe.

La presión ejercida por el Gobierno francés contra ETA , la desarticulación del aparato financiero de la banda, unido a la desaparición de algunos de los históricos dirigentes de la banda, como Domingo Iturbe Abasolo, «Txomin» muerto en Argelia, Juan Lorenzo Lasa Michelena, «Txikierdi», detenido en Francia en 1985 y Eugenio Etxebeste, «Antxon», deportado en Ecuador, propiciaron su entrada en la dirección de la banda en 1986 para encargarse del aparato militar.

Fue detenido en la localidad francesa de Anglet el 30 de septiembre de 1987, en posesión de gran cantidad de armas y explosivos, además de numerosos documentos, que propiciaron la detención de numerosas personas relacionadas con ETA en Euskadi, Navarra, Madrid y sur de Francia.

Tras ser desprovisto del estatuto de refugiado el 4 de octubre de 1988 por la OFRA (Oficina Francesa Para los Refugiados y Apátridas), en 1990 el Tribunal Correccional de París le condenó a 10 años de cárcel por asociación de malhechores y tenencia ilícita de armas, convirtiéndose en la condena más importante impuesta, hasta entonces, a un miembro de ETA.

Después de ocho demandas de extradición, el 19 de diciembre de 1990 el Tribunal de Apelaciones de París dictó un fallo favorable a la entrega de Santi Potros a España, por su relación con el atentado de Hipercor.

Finalmente, y tras cumplir trece años en cárceles francesas, fue extraditado a España el 21 de diciembre de 2000, acumulando a partir de entonces once condenas que suman un total de casi 3.000 años de prisión.

La primera condena, a 99 años, fue por planificar el atentado contra la sede de la Dirección General de la Guardia Civil en Madrid, que fue perpetrado el 17 de mayo de 1987 mediante la explosión de un coche bomba y que causó la muerte a una persona.

Las condenas más abultadas le fueron impuestas por el atentado, el 14 de julio de 1986, en la plaza de la Republicana Dominicana de Madrid en el que murieron 12 guardias civiles y por el que fue condenado a 1.920 años, y por ordenar la masacre en el Hipercor de Barcelona el 19 de junio de 1987 en la que murieron 21 personas y 46 resultaron heridas, por lo que fue sentenciado a 790 años.

El 7 de marzo de 2006 la Audiencia Nacional acordó acumular sus once condenas en una, y fijó en 30 años el cumplimiento máximo de privación de libertad, fijando su fecha de excarcelación en 2030, que se vio reducida después a 2025 con la anulación de la doctrina Parot.

Desde su extradición Santi Potros ha cumplido pena en prisiones de Andalucía hasta su trasladado en 2009 a la cárcel zaragozana de Zuera en una operación propiciada por el Ministerio del Interior para acercar a los presos de ETA críticos con la banda terrorista y favorables a un final de la «lucha armada».