Granados dejó la política en febrero tras conocerse que había tenido cuentas en Suiza

El pasado 19 de febrero se supo que la Justicia suiza había comunicado de oficio a la española la existencia de una cuenta en ese país de Francisco Granados, que habría acumulado al menos 1,5 millones de euros en un depósito que comenzó a operar en 1999.

Aquel mismo día, el entonces diputado madrileño y senador hizo público un comunicado en el que aseguraba que era «rotundamente falso» que tuviera abierta una cuenta bancaria fuera de España durante sus años de actividad política, si bien admitió que sí tuvo una antes, entre los años 1996 y 2000. Añadió que todos sus ingresos y patrimonio estaban declarados a Hacienda y publicados en la página web del Senado.

Sin embargo, al día siguiente comunicó al PP que dimitía y dejaba la política porque se sentía víctima de un «linchamiento» e incidió en que el dinero de esa cuenta en Suiza procedía de su «actividad privada» y en que era «absolutamente limpio». También dijo que no había incurrido en ningún delito porque los fondos estaban declarados. La renuncia, presentada «con efectos inmediatos», se oficializó el día 21 de febrero.

Francisco Granados Lerena fue la «mano derecha» de Esperanza Aguirre en el PP de Madrid y en la Comunidad de Madrid, ejerció como secretario general de este partido entre 2004 y 2011 y como consejero de Presidencia, Justicia e Interior entre esos mismos años.

En las elecciones municipales de junio de 1999 Granados fue elegido alcalde de Valdemoro (tomó posesión el 3 de julio) y reelegido en las locales del 25 de mayo de 2003. En los mismos comicios, consiguió además escaño de diputado en la Asamblea de Madrid por el PP, cuya lista encabezaba Esperanza Aguirre.

En la breve VI legislatura madrileña, fue secretario general del grupo popular y presidió la Comisión de Investigación abierta en la Asamblea madrileña en el verano de 2003 para esclarecer las causas de la actuación de dos diputados electos socialistas que con su deserción de la sesión constitutiva de la Cámara, dejó a los socialistas sin la presidencia de la Asamblea.

Una vez repetidas las autonómicas madrileñas (26 de octubre de 2003), en las que fue reelegido diputado, y tras la victoria popular, el 22 noviembre tomó posesión como consejero de Transportes e Infraestructuras en el gobierno regional de la presidenta Esperanza Aguirre. Un día antes, había renunciado a la Alcaldía de Valdemoro, en la que le sustituyó José Miguel Moreno.

El 20 de diciembre de 2004, Granados dejó la Consejería de Transportes e Infraestructuras, que pasó a manos de Dolores de Cospedal, y fue nombrado consejero de Presidencia del Gobierno regional.

En las elecciones del 27 de mayo de 2007, renovó su escaño autonómico. Granados continuó al frente de la Consejería de Presidencia y asumió también las competencias de Interior. El 26 de junio de 2008 sumó Justicia a sus responsabilidades en Presidencia e Interior.

En enero de 2009 el diario «El País» publicó que ex policías y ex guardias civiles realizaban trabajos de inteligencia e información a instancias del consejero Francisco Granados. Entre las personas espiadas se encontrarían el vicepresidente de la Comunidad, Ignacio González, el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo y el exconsejero madrileño de Justicia, Alfredo Prada.

Estos hechos dieron lugar a una investigación por parte de la Fiscalía tras las denuncias presentadas por las personas presuntamente objeto del espionaje. Tras un año y medio de instrucción y después de que el caso se archivara dos veces, el 30 de marzo de 2011 la Audiencia Provincial de Madrid reabrió el caso tras estimar un recurso de apelación presentado por el PSOE en la Asamblea de Madrid.

Reelegido diputado autonómico en las elecciones del 22 de mayo de 2011, en las que el PP revalidó su mayoría absoluta, el 16 de junio cesó como consejero de Presidencia, Justicia e Interior del Gobierno de Esperanza Aguirre. El 29 de junio de 2011 fue nombrado por la Asamblea senador en representación de la Comunidad de Madrid.

El 23 de noviembre Francisco Granados fue destituido como secretario general del PP de Madrid por la presidenta de la Comunidad y de esta formación, Esperanza Aguirre, quien nombró para el cargo al vicepresidente de la Comunidad, Ignacio González. Aguirre justificó el relevo por dar «un nuevo impulso» al partido. El 21 de febrero de 2014, renunció a sus actas de senador y diputado de la Asamblea de Madrid y anunció su decisión de abandonar definitivamente la política después de 15 años para trabajar en la empresa privada.