El dilema de Artur Mas: no sabe si es corrupto, aunque cree que no

En medio de esta indecisión, Artur Mas, que asegura no poder controlar «al milímetro» su partido y que dice confiar en las explicaciones de Jordi Pujol, se muestra tibio cuando sale el tema de la corrupción política. «Cree que no soy un corrupto, pero no estoy seguro de no haber cometido alguna infracción administrativa en el pasado», afirmó.

En este sentido explicó una anécdota sobre cuando dejó de ser concejal en el Ayuntamiento de Barcelona para ser consejero en el año 1995 y en la liquidación le pagaron de más, por lo que devolvió el dinero al alcalde de entonces Pasqual Maragall. Un puesto que abandonó, precisamente, para unirse al gobierno de Pujol.

No en vano, un día antes la cadena «TV3» le había preguntado directamente si estaba limpio de corrupción. Mas también dudó: «Limpio de corrupción creo que sí, siempre me he comportado de una manera que ha sido correcta, puedo haber tenido algún fallo alguna vez como todos ». Y durante la entrevista, el presidente catalán incluso lanzó claras muestras de apoyo hacia Pujol al que, en su opinión, algunos grupos del Parlament «perdieron el viernes las formas».

Pero, ¿por qué Artur Mas duda en sí está involucrado en algún caso de corrupción? El actual presidente de la Generalitat ejerció de conseller de Obras Públicas y de Economía entre los años 1995 a 2001 y posteriormente fue consejero primero entre 2001 y 2003, siempre bajo el Gobierno de Jordi Pujol. Y por lo pronto, algunas investigaciones han apuntado a que el padre de Mas ejerció supuestamente como testaferro de los Pujol.

Así y todo, Mas ha negado varias veces la acusación contra su padre, ya fallecido, y ha llegado a decir que él «prácticamente» no conocía al expresidente Jordi Pujol antes de entrar en política.