La última reforma de la Constitución, tres años después

Pese a que el nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha criticado en muchas ocasiones esta modificación , que se salió de un gran pacto entre el PP y el PSOE en agosto de 2011, no ha asegurado con contundencia que vaya a modificarlo de nuevo si logra llegar a la Moncloa como sí ha hecho con otras medidas como la reforma laboral. «En democracia es importante el fondo y la forma, ya nos equivocamos en la reforma de la Constitución con el artículo 135, no volvamos a equivocarnos», comentaba Sánchez.

El coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, le pidió expresamente que se pronunciara sobre esta cuestión tras alcanzar la secretaría general del PSOE, mientras su rival en las primarias José Antonio Pérez Tapias lo llevaba entre sus compromisos. El diputado Eduardo Madina fue aún más laxo en la campaña y avisó de «que reformar el artículo 135 requiere dos tercios del Congreso pero ve margen en la Ley de Estabilidad».

Aunque este límite de déficit parece generar más discrepancias en el PSOE que en el PP, fue el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero quien tuvo la iniciativa de modificar de este modo la Constitución. El 23 de agosto, sorprendió en una sesión del Congreso anunciando este cambio en la Carta Magna, que había surgido de un gran pacto entre el PSOE (en ese momento en el Gobierno) y el partido de la oposición (el PP). Las primeras críticas contra la medida ya comenzaron a surgir en el seno del partido antes de su aprobación en el pleno del Congreso , en la que dos diputados socialistas votaron en contra.

Esta reforma supuso abrir la Carta Magna por segunda vez, después de que en 1992 España tuviera que introducir la fórmula «y pasivo» en el artículo 13.2 para que los extranjeros pudieran votar en las elecciones municipales, adaptándose a las exigencias de la Unión Europea. En la modificación del artículo 135 hubo un amplio pacto entre PP y PSOE. Por tanto, no fue obligatorio someter la medida a referéndum y pudo aprobarse de forma rápida y coincidiendo con la disolución de las cortes de la última legislatura de Zapatero.

En un momento en el que las posibles reformas de la Constitución (entorno, por ejemplo, al debate sobre el Estado Autonómico) ocupan buena parte del debate político, esta modificación es de las pocas referencias en las que los dos grandes partidos de España han logrado ponerse de acuerdo.