Los ecos del diálogo de sordos entre Esperanza Aguirre y Pablo Iglesias

«Repita conmigo… todos los etarras son unos asesinos ….». Con esta frase, que ya se ha convertido en objeto de programas de zapping y viñetas de humoristas, la política madrileña intentó acorralar una y otra vez al recién llegado al que algunos califican de «telepredicador», que está grabado en Youtube disculpando a los terroristas cuando visitó una herrikotaberna.

Por acusarle de amparar a los etarras, Aguirre ya ha sido demandada por Iglesias ante los tribunales; este pidió por Twitter dinero para presentar la querella y recacaudó 12.000 euros en unas horas. Ella no se arredra: «La demanda de conciliación, por la que tiene que comenzar el caso, cuesta 600 euros según el Colegio de Abogados. Yo ya le he pedido que done lo restante a alguna asociación de víctimas del terrorismo etarra; pero me está dando la callada por respuesta», asegura. La expresidenta de la Comunidad de Madrid reconoce haber intervenido de manera inusual, por teléfono, en el programa de debate estrella de los sábados noche porque se lo pidió uno de los periodistas presentes, aunque ella ha rechazado las numerosas invitaciones a acudir a esa tertulia porque, como explica con uno de esas expresiones tan típicamente suyas, «últimamente ando con el periscopio bajado», sin levantar polémicas dentro o fuera de su partido.

Iglesias , con mucha experiencia en los debates televisivos sacó su mejor pegada frente a su adversaria: «Me gustaría que cuando a alguien le van a poner una multa de tráfico no salga corriendo»; Aguirre contratacó: «¿Me puede decir por qué el Gobierno de Venezuela ha regalado a su partido tres millones setencientos mil euros?».

Mientras hablaba, recuerda esta, recibía sin cesar mensajes por el móvil de dirigentes de su partido felicitándola. En el PP, sin embargo, no mantienen ninguna postura definida sobre cómo debe actuar el partido ante el fenómeno Podemos. En una reunión que la secretaria general, María Dolores de Cospedal, mantuvo la semana pasada con los secretarios generales de sus organizaciones territoriales, se llegó a la conclusión de que no es necesario pronunciamiento alguno. «Nos parece muy bien que quien quiera se dedique a criticar a un partido de extrema izquierda que pretende subvertir la democracia», afirma un dirigente nacional.

Aguirre trató inútilmente de forzar a Pablo Iglesias para que condenara el terrorismo de ETA : «Yo no quiero convencer a los votantes de Podemos, pero sí quiero dar argumentos a nuestros votantes; me parece obligatorio mantener un debate ideológico con quienes, desde la extrema izquierda, tratan de subvertir la Democracia».