Pedro Sánchez ofrece un PSOE «reformado, útil, despierto y vibrante»

Sánchez está recorriendo diversas agrupaciones socialistas desde que el pasado día 12 presentó su candidatura y ayer recaló en una de Zaragoza, donde estuvo acompañado por varios cientos de militantes, según fuentes de su candidatura, que ya hablan incluso del «efecto Aragón».

Esto es, un «chute de moral» que les ha insuflado ánimos renovados para afrontar el tramo final de la carrera por recabar los 9.874 avales con los que pasará a la siguiente fase, la campaña previa a la consulta a las bases del 13 de julio.

Aunque desde la candidatura no quieren hablar de número e insisten en que aplican la filosofía del Cholo Simeone, sumar «partido a partido» y no contar hasta el final, en algunos ámbitos relacionados con Sánchez se estima que ya tiene 20.000 firmas, más del doble de las necesarias.

Sánchez se está rodeando de un equipo en el que figuran algunos veteranos socialistas como la catalana Teresa Cunillera, considerada del ala moderada del PSC y que ha sido vicepresidenta primera del Congreso, o el madrileño José Cepeda, que está en su círculo de confianza. A través de su cuenta en Twitter, Sánchez ha hecho públicos diez compromisos que, según dice, adquiere con la militancia y con el país si es escogido para sustituir a Alfredo Pérez Rubalcaba.

Entre ellos, una regeneración profunda de la política para recuperar la dignidad perdida en los últimos años, lo que pasa por aplicar medidas como la limitación de mandatos en la Presidencia del Gobierno, proponer el fin del aforamiento de los cargos públicos y reclamar la supresión del indulto por motivos políticos.

También exigirá a todos los cargos electivos socialistas una declaración de bienes transparente y promoverá el cambio en la ley electoral y en la de financiación de partidos políticos para eliminar la financiación privada superior a 2.000 euros por persona y año, así como para desbloquear las listas electorales. La reforma de la Constitución , una modificación fiscal progresista, garantizar sanidad y educación gratuitas para todos y un partido nuevo son otras de sus apuestas.

Además, quiere aumentar la democracia interna mediante la revitalización de la participación y la selección de «los mejores» en primarias, y renovación las «alianzas de siempre» de los socialistas, entre ellos UGT, pero también con los «indignados», las organizaciones sociales de base, los partidos de la izquierda, el mundo de la cultura, el arte y el pensamiento progresista.

Sánchez plantea igualmente una política inequívocamente de izquierdas, laica, federal, con valores republicanos, feminista y comprometida con el medio ambiente, así como «un patriotismo comprometido, social y solidario», que no se mida «por el tamaño de las banderas ni el dinero invertido en la marca España». Quiere también que los socialistas no se acomplejen y que presuman de los 21 años en los que han gobernado el país.