Asesinato de Isabel Carrasco
«Cogí el bolso que me dio mamá y me dijo que me deshiciera de él; no sabía lo que había»
La hija de la autora del crimen de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, se desmarca de los hechos
«Cogí el bolso que me dio mamá y me dijo que me deshiciera de él; no sabía lo que había»
Montserrat Triana Martínez, la hija de la autora material de los disparos que acabaron con la vida de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco , no admitió su participación en el crimen ante la Policía. De hecho, justificó el haber metido la ... bolsa con el revólver empleado en un coche propiedad de una agente local, amiga suya , explicando: «Cogí el bolso que me dio mamá, me dijo que me deshiciera de él; no sabía lo que había dentro». Tampoco sabía de quién era la droga encontrada en el registro de su casa de la capital leonesa.
Noticias relacionadas
- Los cinco enigmas del crimen de León
- El sustituto de Isabel Carrasco asume temporalmente sus funciones al frente del PP leonés
- Madre e hija podrían ser condenadas al menos a 20 años de cárcel
- El asesinato de Isabel Carrasco se planeó hace dos años y lo intentaron varias veces
- Interior avanza que el asesinato de Carrasco está «básicamente esclarecido»
- Detenido por amenazar a una concejal: «Ayer mataron a una del PP, vais todos detrás»
Los agentes, sin embargo, ya tenían indicios muy sólidos contra ella, con los que podían presionar a la sospechosa en el interrogatorio, conseguidos en el registro de su ático de León. Y es que en esta diligencia, realizada el lunes por la noche en su presencia y con la asistencia de un abogado de oficio, los investigadores ya habían encontrado una pistola, informaciones sobre Carrasco , hojas con seguimientos y medio kilo de marihuana, e intervenido tres ordenadores portátiles en los que al parecer se hicieron búsquedas sobre armas...
En una plaza próxima
No obstante, han trascendido nuevas informaciones sobre la actuación de Trinidad y una en concreto es relevante. En realidad ella no estuvo en el paseo de La Condesa, donde se cometió el crimen, sino que esperó a su madre, Montserrat González en la cercana plaza de Colón. Fue allí donde su progenitora le dio el arma homicida, que pocos segundos después ocultó en el vehículo de su íntima amiga, la policía local Raquel Gago . Es posible, incluso, que no oyera los cuatro disparos.
Al comprobar que su hija estaba acorralada por el interrogatorio, Montserrat González decidió asumir toda la responsabilidad y admitió ser la autora del crimen. «Ella tenía la culpa de todo», se justificó, y relató: «Mi hija tenía que tomar medicación para dormir por su culpa». «Toma tranquimazín», añadió. «Perdió 25 kilos», insistió, algo que no podía consentir porque «mi hija es mi vida» y Carrasco la «amargó profesionalmente».
Dijo haber tomado la decisión de matarla hace dos años -«compré las armas a un toxicómano en un bar de Gijón», cerrado hace tiempo-. «Pensé muchas veces en matarla, quería hacerlo». No obstante, la espoleta, según la investigación, fue un escrito que recibió su hija la semana pasada al parecer relacionado con el pleito que mantenía con la Diputación Provincial.
Las dos acusadas declararon el miércoles durante cuatro horas cada una: de ocho de la tarde hasta la medianoche Montserrat González y desde esa hora hasta las cuatro de la madrugada de ayer su hija Triana. La juez ordenó su ingreso en prisión sin fianza acusadas de homicidio, atentado a la autoridad y tenencia ilícita de armas. Fueron trasladadas a la cárcel de Mansilla de las Mulas y la instructora ordenó, según algunas fuentes, que no puedan comunicarse dentro. Se encuentran en módulos distintos y se les aplicó el protocolo antisuicidios y de protección de su integridad física, lo que supone estar acompañadas por una presa de confianza.
Tras el asiento del copiloto
La investigación se centra también en el papel de Raquel Gago, la policía local de León y amiga íntima de Triana que entregó a la Policía el arma homicida. Tardó 30 horas en hacerlo y además calló que se había encontrado con ella justo después del crimen . El martes fue detenida, aunque tras declarar quedó imputada y en libertad. Ayer la Policía Local le abrió un expediente disciplinario que lleva aparejada la suspensión de empleo y sueldo durante dos meses, de momento.
La agente ya ha sido interrogada dos veces por los investigadores. La primera, el martes por la tarde cuando entregó el revólver Taurus del calibre 32 con el que supuestamente Montserrat González mató a Isabel Carrasco. ¿Cómo llegó el arma homicida a sus manos? Su versión es la siguiente. Estaba haciendo unas gestiones en una zona próxima a la pasarela en la que fue asesinada la presidenta del PP lenonés. En un momento dado, se encontró con un conocido con el que se enfrascó en una charla parada en la acera, junto a su coche. Había dejado su turismo abierto porque no pensaba entretenerse. Casualmente apareció su amiga, se saludaron y ésta se fue de forma apresurada. Al día siguiente, ya en su casa, encontró un bolso tirado en el suelo del asiento trasero de su coche, en la parte del copiloto, y al abrirlo descubrió el revólver. Según otras fuentes, sin embargo, el arma estaba en el maletero y la descubrió al meter en él una bicicleta. Sea como fuere, dio el nombre del chico con el que estaba hablando cuando llegó Triana. Tras interrogar a este testigo, la Policía cambió su situación de detenida a imputada y la dejó en libertad, dado que ese hombre corroboró la versión.
La Policía no cree que el encuentro entre las amigas fuera casual, sino que Triana pudo citarla, aunque no le contara que pensaban asesinar a Carrasco (este extremo se está investigando). Queda por conocer el tráfico de llamadas y mensajes de madre e hija por si arrojaran luz sobre esta persona.
Aunque la agente desconociera los planes, sí se enteró como toda España, poco después, de que su amiga había sido detenida y aun así no lo contó ni a sus jefes ni a los investigadores. Cuando ya llevaban horas peinando el río en busca del arma llamó a un investigador del CNP cercano a ella para decirle que el revólver estaba en su coche. Por la mañana participó en el dispositivo de seguridad que se desplegó en León para el funeral de Carrasco.
Los investigadores creen que miente, al menos en parte, pero dado que existe un testigo que corrobara parte de su versión se sigue indagando. Su próxima cita es con la juez.
Ver comentarios