García-Margallo vaticina una «montaña de problemas» a Escocia en la UE si se separa

Salmond quiere una declaración de independencia en marzo de 2016 si gana el referendo«Deben obtener la condición de candidato, hay que negociar 35 capítulos, debe ser ratificado por las instituciones de la UE, y después debe ser ratificado por 28 parlamentos nacionales», recuerda el jefe de la diplomacia española. «Deberían resolver una montaña de problemas, como ha explicado muy bien la campaña "Mejor Juntos"» , afirma a continuación, en referencia a la coalición de partidos nacionales y entidades defensoras del «No» a la secesión en el referendo.

En la entrevista , el ministro español aclara que España estaría dispuesta a «considerar» la solicitud de entrada de una Escocia independiente en la Unión Europea siempre que el proceso sea legal, según publica hoy el «Financial Times». «Si Escocia se independiza de acuerdo con los procedimientos legales e institucionales, pedirá su adhesión (a la UE) . Si ese proceso ha sido realmente legal, esa petición puede ser considerada. Si no, entonces no», considera García-Margallo.

El rotativo financiero ha interpretado las declaraciones del ministro como el compromiso de España de «no interferir» en el camino de Escocia hacia la independencia, según titulaba en su edición de este lunes: «España promete no interferir en Escocia» . Sin embargo, el ministro no aclara cuál sería la actitud española después de «considerar» esa hipotética solicitud escocesa. Y no renuncia, por tanto, a la posibilidad de que España ejerciera el derecho de veto sobre el ingreso de Escocia en la UE si esta región obtiene su independencia tras el referéndum del próximo 18 de septiembre.

La entrevista del titular de Exteriores ha obtenido una notable acogida en el Reino Unido, y llega en un momento en que las campañas a favor y en contra intercambian ya andanadas de artillería pesada. Los últimos sondeos, además, apuntan a que el «Sí» a la independencia gana terreno. Así, el titular del «Financial Times» habrá sido recibido con alivio en los cuarteles generales nacionalistas, que encuentran notables dificultades en convencer al electorado de que el camino hacia la permanencia o reentrada en la UE estará libre de obstáculos, entre los que destaca la posibilidad de veto de cualquier Estado miembro.

El gobierno británico ya ha calificado también el calendario marcado por Salmond en su hoja de ruta de « inverosímil », mientras que un informe oficial reciente advertía de los «problemas» a los que se enfrentaría un proceso de adhesión al que nadie se atreve a poner ni cifras ni fechas. El gobierno escocés ha ridiculizado recientemente la idea de que Escocia pudiera quedarse en un limbo internacional. Y defiende que, en aras del «interés de todos, y manifiestamente del resto de Europa», una hipotética Escocia independiente debería reingresar en la UE sin llegar a salir nunca del todo, por una suerte de vía rápida que, en su opinión, podría transitarse en los 18 meses que van desde la fecha de la consulta a marzo de 2016.

Los expertos habla de un proceso de 24-30 meses en un escenario optimistaAunque en el terreno de la política, y más especialmente de la construcción europea, todo es posible si existe el consenso y la voluntad política necesarios, un análisis publicado este lunes por el «Financial Times» recuerda que la mayoría de expertos sitúa la duración más optimista en 24-30 meses. Un escenario, en cualquier caso, incierto, como advertía el mes pasado William Hague, ministro británico de Exteriores.

«Nadie debería tener la duda de que, si una parte de un Estado miembro abandona la UE, debe volver a solicitar el ingreso; sería un proceso de duración incierta y resultado desconocido en cuanto a los términos de la negociación, y probablemente con un coste elevado, supondría pagar más por obtener menos de la UE», defendía recientemente el responsable de la diplomacia británica. Londres se ha comprometido, eso sí, a actuar de forma «responsable» en las negociaciones con Edimburgo si los votantes escoceses optan por la secesión.

En cualquier caso, en su entrevista, García-Margallo recuerda que España «no interfiere en los asuntos internos de otros países, si el ordenamiento constitucional británico permite... que Escocia se independice, nosotros no tenemos nada que decir al respecto». Pero sí se cuida de matizar que los casos de Escocia y Cataluña son «fundamentalmente diferentes», y que Madrid resistirá el plan catalán de celebrar su propio plebiscito sobre la independencia.

El titular de Exteriores español aprovecha la entrevista para advertir a los líderes catalanes que no opten por el camino de la declaración unilateral de independencia. «Un Estado nacido a través de una declaración unilateral de independencia no tendría ningún reconocimiento internacional. Estaría totalmente aislado en el concierto de naciones. Un estado así no tendría acceso al sistema de las Naciones Unidas o al Banco Mundial o el FMI», puntualiza.

De optar por ese camino, la Cataluña resultante podría encontrarse –según García-Margallo– en una situación de «limbo internacional» comparable a la de Osetia del Sur y Abjasia –dos regiones pro-rusas de Georgia cuya independencia solo reconoce Moscú– o Somalilandia, el territorio autónomo de Somalia.