Hazte premium Hazte premium

Entrevista con el presidente de «Dignidad y Justicia»

Portero: «El día en que ETA desaparezca y todos se entreguen, a lo mejor me creo algo»

Dignidad y Justicia tildó de «basura» el comunicado de los presos; hoy solo pide firmeza al Gobierno hasta que la banda se desarme

Portero: «El día en que ETA desaparezca y todos se entreguen, a lo mejor me creo algo» efe

itziar reyero

Para Daniel Portero , hijo del fiscal jefe de la Audiencia Nacional Luis Portero, asesinado por ETA , el pronunciamiento de los presos responde a una mera estrategia de «engaño» dirigida a «levantar el ánimo» dentro de las cárceles. Nada más. El líder de la resistencia de las víctimas en «Dignidad y Justicia» está convencido de que empieza a cundir la desesperanza entre los reclusos: «Los asesinos de mi padre llevan 13 años y les quedan 17 más». Y por eso apremia al Gobierno de Rajoy a mantenerse «firme» sin variar la política penitenciaria. «No lo está haciendo mal, son los jueces los que quizá ahora se exceden».

—¿Le parece oportuno el último comunicado del EPPK?

—Es muy inoportuno y oportunista porque responde a una estrategia que siempre usa la «izquierda abertzale» para movilizar a su gente de cara al 11 de enero (cuando se ha convocado en Bilbao la marcha anual por los presos de ETA). El comunicado está enfocado a levantar el ánimo de sus presos. Están muy desmotivados porque han salido cerca de 70 compañeros suyos (por el fin de la doctrina Parot) y los otros 600 se han quedado dentro diciendo «¿y qué hay de lo mío»? Por eso tratan de animarles diciéndoles «también tenéis facilidades».

—Por primera dicen someterse al imperio de la ley. ¿Es solo un engaño para intentar salir de la cárcel?

—Sí. Intentan engañar a la sociedad «abertzale», española e internacional. Su relato es engañoso, retorcido y tergiversador. Se habla de víctimas multilaterales como si esto hubiera sido una guerra. Pero aquí solo hay víctimas unilaterales, las de ETA. Los que murieron poniendo bombas que explotaron eran asesinos frustrados que saltaban por los aires, no víctimas. Sus muertes siempre serán las vidas de otras personas que podían haber sido asesinadas. En el momento en que hablan de multilaterales el texto pierde sentido, es absoluta basura.

—¿Cree que los presos de ETA suavizan el tono porque están frustrados o resignados. Ven que dos años después el Gobierno no ha variado la política penitenciaria ?

—Los asesinos de mi padre (Igor Solana y Harriet Iragi) llevan 13 años, y les quedan 17 más. Les queda mucha cárcel y todo esto, con la manifestación de enero, lo hacen para subir los ánimos. Hemos pedido ya la suspensión. La Policía y la Guardia Civil recaban informes para determinar si el colectivo «Gota a Gota» (convocantes de la marcha) es sucesor de Herrira.

Con «total sinceridad» dicen asumir el «daño causado». ¿Les cree?

—El día en que ETA desaparezca, entregue las armas, se entreguen ellos y venga un comunicado de este estilo en el que reconozcan el daño... A lo mejor empiezo a creer algo. Pero mientras ETA continúe viva, no me creo nada. Es todo engaño y estrategia.

Les motiva más ver llorar a las víctimas del terrorismo que el que los saquen de la cárcel. Por eso las víctimas debemos mantener la compostura. Este es un camino largo. Para mí, ETA no acabará hasta que se resuelvan los 350 asesinatos sin esclarecer.

—A su juicio, ¿qué debería hacer el Gobierno de Mariano Rajoy?

—Firmeza absoluta. Misma política penitenciaria. Nada de acercamientos. La dispersión debe continuar hasta que ETA desaparezca. El Gobierno tiene que estar donde está. No lo están haciendo mal en política penitenciaria. Son los jueces los que quizá ahora se exceden concediendo permisos.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación