El PSOE deja que Rubalcaba organice su adiós en 2014

La presidenta de Andalucía pide a PSOE y PSC defender la unidad de España con «un proyecto común basado en la convivencia y la comprensión mutua»

El PSOE deja que Rubalcaba organice su adiós en 2014 efe

g. sanz/ L. L. caro

Al final, el pulso de los barones más combativos para que la Conferencia Política del PSOE fijara las fechas de unas elecciones primarias se quedó en presión. Los críticos creen haber avanzado un paso más hacia el final político de Alfredo Pérez Rubacalba, porque no ... le ven midiéndose en un proceso de urnas interno.

Todos los que habían amagado días atrás con desafiar al secretario general se limitaron a repetir por los pasillos del madrileño Palacio Municipal de Congresos un argumento que se antoja irrebatible: «qué más da fijar el calendario un mes antes que después». Y es que el cónclave acordará hoy en sus conclusiones mandará al Comité Federal —el máximo órgano entre congresos del PSOE, que se reunirá en diciembre— que determine el «calendario completo» de esas primarias abiertas pendientes, lo que permitirá a Rubalcaba cerrar su reunión ideológica este fin de semana con éxito y, de algún modo, disponer de unas semanas para programar cómo será el principio de su adiós.

Café estratégico

Viejo conocedor de cómo negocia el «aparato» entre bambalinas, antes de que se iniciara la conferencia, el líder del PSOE se aseguró desde primera hora una foto en la que aparentaba tener el apoyo de las principales federaciones. Desayunó entre cámaras con la presidenta andaluza, Susana Díaz; el asturiano, Javier Fernández, y el primer secretario del PSC, Pere Navarro, en cordial conversación en la que buscaba el objetivo único de que «su» conferencia política no fuera dinamitada por un asunto de primarias que ya se habían cuidado de dejar fuera de la agenda.

El primer indicio de que el debate sobre el relevo interno no iba a arruinar el cónclave estuvo en Susana Díaz. La presidenta andaluza, que pronto estará además al frente de la poderosa federación socialista de su autonomía, lamentó ante toda la conferencia que en el PSOE «no estamos haciendo las cosas bien», pero para decir a continuación que la recuperación no pasa por primarias, sino que «son muchas cosas más», y proclamar su respaldo a Rubalcaba. «El secretario general y la Ejecutiva tienen mi apoyo para impulsar los cambios que este partido necesita para volver a ser reconocible», dijo, y reprendió a los suyos: «estamos malgastando energías entre nosotros».

Sabedora de que todas las miradas estaban ayer por la mañana puestas en ella, Díaz no perdió oportunidad de reafirmar, ante un millar de militantes socialistas, su idea de la unidad de España, y lo hizo emplazando a PSOE y al PSC a defenderla con «un proyecto común basado en la convivencia y la comprensión mutua».

El mensaje de respeto al líder y sus tiempos ya se lo había transmitido Díaz el viernes a los barones más inquietos, que reclaman el proceso para elegir cartel a La Moncloa cuanto antes. El más decidido de todos ellos, el madrileño Tomás Gómez, se vislumbraba otra vez como puntal de una intentona contra Rubalcaba. En diciembre pasado, durante un Consejo territorial, ya pidió su dimisión para dar paso a una gestora que organizase un congreso. Ayer, sus colaboradores intentaron hasta última hora que la conferencia aceptara poner un plazo para que las primarias tuvieran que celebrarse «en el primer semestre de 2014». No tuvieron éxito. Su propuesta, contenida en diez enmiendas, fue derrotada en el foro donde se debatía sobre el «Modelo de partido», lo que reveló de paso que Tomás Gómez tuvo nula capacidad para sumar a otros secretarios generales.

Tiempo prestado

Algunos barones que comparten con él la necesidad de organizar en ese primer semestre de 2014 el relevo en el liderazgo del PSOE, —un retraso puede contaminar sus respectivas aspiraciones electorales en 2015— negaban haber tenido contactos con el líder del Partido Socialista de Madrid (PSM).

Es el caso del extremeño Guillermo Fernández Vara. Otros, como el castellano-manchego, Emiliano García Page, aún defendiendo a su llegada a la reunión que ha comenzado «la cuenta atrás» para el relevo de Rubalcaba, cree que hay que dejarle «pilotar el proceso orgánico». Así, evitó formalizar el pulso.

Que Susana Díaz respete los tiempos de Rubalcaba no significa más que Andalucía mantiene al secretario general de forma precaria, con respiración política asistida. Sin ir más lejos, en su proclama de apoyo «para impulsar los cambios que este partido necesita», muchos barones han visto la confirmación de que sólo está concediendo tiempo para que el líder «organice su propio funeral político.

El PSOE deja que Rubalcaba organice su adiós en 2014

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