Albert Rivera: «Romper el país, levantar fronteras, no es negociable»

-¿Cómo debe responder el Gobierno de España? ¿Atendiendo a quienes piden un nuevo encaje para Cataluña, a quienes priorizan el cumplimiento de la ley, o a quienes ven una combinación de ambos?

-Ante una hipotética negociación, lo que debe quedar claro de entrada son los límites, y aquí hay una cosa innegociable, que es la soberanía nacional y la vigencia de la Constitución. Romper el país, levantar fronteras, no es negociable. La Constitución establece con claridad cuáles son los mecanismos y las mayorías para su reforma.

-¿Qué campo queda pues para la negociación?

-El Gobierno puede negociar en materia de financiación, y de hecho le toca hacerlo ahora. Estamos a favor de que se produzca una mejora del sistema, con un modelo más federal del que participen todas las comunidades, porque también Madrid, Valencia o Baleares están reclamando una mejora. Esto no se puede eludir más, pero no como una forma de apaciguar el separatismo, sino como una forma de mejora de nuestro país.

-¿Debe Cataluña tener un trato diferenciado?

-No somos partidarios de que Cataluña tenga un «statu quo» por el cual la Constitución no se aplique, o que haya una excepcionalidad en materia lingüística, por ejemplo. Cataluña no puede ser una realidad aparte en la que la Constitución esté en suspenso. Modelo descentralizado sí, mejora de la financiación, también, pero lo que no es aceptable es la concesión para apagar el ruido del independentismo. El límite tiene que quedar claro, sobre todo para no llevar a engaño a nadie, y para que el conjunto de españoles sepa que el Gobierno negociará y hará todo lo posible, pero sin poner sobre la mesa cosas que no están a su alcance.

-¿Cómo cree que lo está enfocando el Gobierno?

-Los gobiernos de España, éste y los anteriores, no se han enterado de la película. Han confundido Cataluña con el nacionalismo, y de manera particular con CiU, o con ERC durante el tripartito. No han entendido la necesidad de que el Estado tenga presencia en Cataluña, la necesidad de vertebrar la comunidad con España, pero a la vez, cuando Cataluña ha reivindicado una infraestructura tan necesaria como el Corredor del Mediterráneo, o un mejor sistema de financiación, no han sabido diferenciar el nacionalismo de lo que es una legítima demanda, como la que pueda surgir de otra comunidad autónoma.

-Parece abrirse un escenario de negociación entre CiU y el Gobierno, con Artur Mas cambiando 2014 por 2016.

-Rajoy y Mas son dos presidentes en apuros, y lo que intentan es ganar tiempo: ambos tienen problemas económicos, de corrupción... Creo que es una patada del balón hacia adelante, sobre todo por parte de Mas, que es el verdadero responsable de habernos puesto en este callejón sin salida. En cuanto al Gobierno, me da la impresión que aboga por el regate en corto, en vez de apostar por una solución global para España, de reforma del Estado, de hacer de este país un proyecto atractivo, también para los catalanes.

-¿Se acusa al Gobierno de ausentarse, de no tener presencia en Cataluña?

-Así lo creo. El Estado ha hecho dejación de sus responsabilidades, en matería lingüística por ejemplo. No puede ser que en Cataluña no se cumplan las leyes, las sentencias judiciales. Hemos pedido cita con el ministro Wert para proponerle lo que entendemos que es la solución en esta materia, que pasa por implantar una educación trilingüe en Cataluña.

-Cómo valora la cobertura de la Diada de los medios públicos catalanes?

-TV3 y Catalunya Ràdio eran convocantes de la Vía Catalana, tan sencillo como esto. TV3 es una parte más de la oficialidad: CiU, ERC, los partidos que apoyan el referéndum, los medios públicos, los subvencionados, Òmnium, la Asamblea Nacional... un magma independentista donde se confunde todo. TV3 es una tele al servicio de una ideología.