Cambian por tercera vez de cárcel al falso shaolín
La asociación Clara Campoamor pide investigar si Juan Carlos Aguilar cometió otros delitos con mujeres con las que se relacionó
Hace poco más de un mes que Juan Carlos Aguilar pasó su primera noche en prisión por el asesinato de dos mujeres en el gimnasio de artes marciales que regentaba en Bilbao y desde entonces ya ha sido cambiado en tres ocasiones de recinto penitenciario.
El falso shaolín, que torturó y asesinó a la nigeriana Maureen Ada Otuya y a la colombiana Jenny Sofía Rebollo , pasó cinco días en la prisión bilbaína de Basauri antes de ser ingresado en un módulo especial de la prisión de Zaballa , en Álava. Fuentes penitenciarias justificaron el traslado en la necesidad de garantizar el aislamiento y la integridad del presunto asesino y alejarle del foco mediático.
Un mes después, Aguilar ha vuelto a ser trasladado, ahora a la cárcel de Dueñas , en Palencia, según informa hoy El Correo.
El juzgado de Instrucción número 3 de Bilbao ordenó ayer el levantamiento del secreto del sumario , que consta ya de más de 500 folios e incluye numerosos vídeos y fotografías que la Ertzaintza se incautó en los registros del gimnasio Zen-4 de la calle Máximo Aguirre de Bilbao. En ellas aparece Aguilar junto a las fallecidas y, en concreto, hay fotos donde se aprecia el cuerpo de Jenny «que podría estar dormida, inconscientes o ya muerta», junto el procesado y además una de sus parejas con los ojos tapados, según ha detallado a Efe la abogada de la asociación Clara Campoamor , Maite Iturrate.
Entre el material incautado, hay también imágenes de otras mujeres, muchas que se han identificado como prostitutas, que parecen «estar dormidas o inconscientes». La Ertzaintza ha comprobado ya «que se encuentran bien», ha añadido la letrada.
«Otros delitos»
La instrucción desarrollada por la Ertzaintza ha concluido que solo hubo dos víctimas mortales pero «ahora habrá que investigar si el presunto autor de esas muertes pudo cometer otros delitos», ha avanzado la asociación Clara Campoamor, que ejercerá la acusación popular en este procedimiento.
Conocido el contenido del sumario, ahora las partes podrán pedir que se cite a declarar a las mujeres que aparecen en esas imágenes «para poder saber, por ejemplo, si las relaciones sexuales» que mantuvo el procesado «fueron consentidas o usó la violencia, o si amenazó a esas mujeres», o si fueron informadas de que se les estaba grabando.
Iturrate ha indicado que las escenas sexuales que protagoniza Aguilar «pueden parecer extrañas », pero «cada cual es libre de hacer en su intimidad lo que considere oportuno, salvo si es delito». Clara Campoamor tratará ahora de averiguar si las mujeres que ya están muertas fueron además víctimas de otro tipo delitos.
Según ha letrada, el falso monje budista «será condenado seguro» por las muertes de Jenny Sofía y de Ada, al margen de que la defensa pueda alegar que Aguilar tenía sus facultades alteradas por un tumor cerebral.
Así, ha expresado su convencimiento de que la condena será por asesinato ya que «Aguilar fue pillado 'in fraganti' por la Ertzaintza, cuando estaba lleno de sangre» mientras torturaba a la mujer nigeriana, que días después falleció en el Hospital de Basurto.
«Se ensañó con Ada y le causó un sufrimiento innecesario» ya que, como aparece en el informe de la autopsia, le retuvo maniatada con bridas y atada con una cuerda y esparadrapo en el cuello; le propinó numerosos golpes y le causó hematomas en todo el cuerpo, lesiones que, finalmente, le provocaron la muerte.
Respecto a la otra fallecida, la Ertzaintza ha detallado en su informe remitido a la juez que fue «asesinada y descuartizada» y que Aguilar ocultó sus restos repartiéndolos en bolsas de plástico que ocultó en las instalaciones del gimnasio bajo un falso techo y que también llevó parte del cadáver a su propio domicilio, ha indicado la abogada.
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