La aversión de Bildu a pedir perdón
Los herederos políticos de Batasuna, a pesar de su legalización en 2011, siguen sin condenar el terrorismo etarra
La aversión de Bildu a pedir perdón
Desde su legalización por el Tribunal Constitucional el 5 de mayo de 2011, Bildu no ha condenado el terrorismo ni ha pedido a la organización terrorista ETA que pida perdón por sus crímenes. Los representantes de Bildu tampoco han pedido perdón por ninguna de ... estas razones: una parte de sus integrantes fueron miembros de partidos ilegalizados por su identificación con ETA; proteger a la colaboradora de ETA Urtza Alkorta para intentar evitar su detención, el pasado mayo; apoyar a los presos de ETA y pedir que se les considere «presos políticos» , despreciando al millar de víctimas que murieron bajo las garras del terror, no de la política; sus numerosos ataques y menosprecios a los símbolos españoles... La lista podría ser muy larga. Pero Bildu no pide perdón por nada.
También quisieron subvencionar con 9.000 euros, desde el Ayuntamiento de San Sebastián, un documental sobre la vida de cinco presos, algunos de ellos de ETA, como Mikel Antza, que fue su exjefe (finalmente la productora renunció a la subvención ante la perspectiva de que Bildu pudiera ser ilegalizada por esta causa). Sin tener en cuenta, por supuesto, las vidas destrozadas por Antza y sus socios criminales. Y la última fue no sumarse al homenaje institucional a Miguel Ángel Blanco en Ermua, cuando se cumplen 16 años de su infame secuestro y asesinato. Pues bien, ni por esto ni por nada Bildu pide perdón.
El 5 de mayo de 2011, la coalición soberanista de izquierdas Euskal Herria Bildu (literalmente, su nombre significa Reunir Euskal Herria) fue admitida al juego democrático español por nuestro máximo tribunal, el encargado de garantizar el cumplimiento de la Constitución. Lo hizo contra el criterio del Tribunal Supremo , que el 1 de mayo tomó la decisión de anular todas sus candidaturas, por estimar que se trataba de un proyecto «gestionado, dirigido, coordinado y articulado por el complejo ETA-Batasuna». La contestación del Constitucional fue muy ajustada, con seis magistrados a favor de la legalización de Bildu, y cinco magistrados en contra. En aquel momento ( aún gobernaba José Luis Rodríguez Zapatero) , la mayoría del Constitucional era «progresista». El presidente del Tribunal era Pascual Sala . A pesar de las divisiones provocadas en el poder judicial español, Bildu no pide perdón por nada.
La decisión de aceptar a Bildu en la competencia democrática, siendo tan próxima al mayor enemigo mortal de la democracia española, dividió a la sociedad. PP y UPyD se mostraron radicalmente en contra de esta decisión. En cambio, IU, PNV, PSC, CiU, ERC, ICV, Bloque Nacionalista Galego y otras formaciones independentistas se pronunciaron a favor. En el PSOE hubo división: por un lado José Bono manifestó que le «gustaba más» la sentencia del Supremo, mientras que Eduardo Madina había expresado que esperaba «una noticia agradable» respecto a Bildu, en referencia a su legalización. A pesar de la división provocada en la sociedad española, Bildu, que quiere crear un Estado independiente en el norte de España, no pide perdón por nada.
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