La inmigración en España ha crecido un 500% en los últimos diez años

El estudio ha revelado que, solo el 20% de la población mundial cuenta con la protección social adecuada en el momento de emigrar a otro país. Por ello, la FIIAPP ha puesto de relieve los desafíos de Cabo Verde, Costa de Marfil, Marruecos y Senegal en relación a las políticas públicas migratorias.

Una mirada general

En 2011, la población mundial se cifró en 7 mil millones de habitantes. Ya en los años noventa había aumentado cuatro veces y parece seguir creciendo exponencialmente , pero no de manera uniforme. Por un lado la pirámide de los países desarrollados envejece rápidamente, ha aumentado la esperanza de vida y ha disminuido considerablemente la natalidad. Sin embargo, la increíble explosión demográfica de los países emergentes ha dado un gran empujón a la natalidad mundial, aunque solo sea en algunas regiones.Todo ello ocasiona un aumento considerable de las migraciones , que ascienden ya a 200 millones de personas, siendo en el Siglo XXI una tendencia al alza, y una cifra nada despreciable que puede afectar más de lo que se considera a las estructuras demográficas.

En este contexto, y centrando el foco en España, según el estudio presentado este martes por la FIIAPP, en 2001 había en nuestro país alrededor de 1 millón de inmigrantes. A día de hoy, más de 6 millones de extranjeros han dejado su lugar de origen para encontrar «una vida mejor» en nuestro país, aunque durante la crisis esta tendencia se ha visto resentida. España ha pasado de ser un país de emigración a ser uno de los países con mayor índice de recepción de inmigrantes . Al mismo tiempo, la población española envejece a pasos agigantados, disminuyendo a su vez la natalidad, que recibe un soplo de aire fresco con los nacimientos de inmigrantes, en su mayoría iberoamericanos y africanos.

Pero, ¿ están bien integrados las remesas de emigrantes en los países de destino ?¿Qué pasa con los inmigrantes que deciden regresar a su país de origen? Conscientes de este fenómeno, la Fundación lleva a cabo una serie recomendaciones y orientaciones para apoyar las políticas de migraciones tanto en el país de origen como en España y asegurar así los derechos de los migrantes, sea cual sea su situación.

En el seno de la presentación de este estudio, José Manuel Albares, Subdirector General de África subsahariana del Ministerio de Asuntos Exteriores, puso de relieve la importancia a la hora de adaptarnos a los nuevos esquemas y realidad. Así afirmaba: «África siempre nos ha parecido lejano y no nos damos cuenta de que geográficamente somos países vecinos . Nuestra agenda común es cada vez más intensa y sin el esfuerzo conjunto es imposible un resultado del trabajo verdaderamente positivo». La política de cooperación española s e ha abierto a África , conscientes de esta realidad, y está centrada en África occidental, donde por sectores el terrorismo, la piratería y el tráfico ilegal, especialmente de personas, suponen una lacra al desarrollo de estos países y al de sus habitantes.

Colaboración estrecha

A la luz de estos datos, es evidente que África debe estar más presente que nunca en las políticas de migración españolas. Sobre ello, Diego Nuño, Subdirector General de Asuntos Migratorios del Ministerio de Asuntos Exteriores, confirmaba la necesidad de establecer políticas de inmigración comunes entre España y África .

Sin embargo, no hay establecida una línea clara entre las competencias exclusivas de los países, las de la Unión Europea y las compartidas. A pesar de este «limbo jurídico», Europa es consciente de la importancia de ello, por eso la Comsión Europea tiene cada vez un papel más decisivo.

Para concluir, Marzia Cardinali, la coordinadora del estudio, resumía así la principal idea que lo inspiró: «Los migrantes son, por lo tanto, fuente de valor, comercio e inversiones, así como de conocimientos y de transferencia de tecnología . Sin lugar a duda, los migrantes internacionales son un importante motor de desarrollo de los países de origen , de ahí la necesidad de contar con políticas públicas que permitan maximizar el impacto positivo de la migración»