país vasco

Cuando los etarras eran «hijos predilectos»

La «izquierda abertzale» quiere que el delegado del Gobierno en el País Vasco sea persona «non grata» por oponerse a que el fundador de la banda tuviera la Medalla al Mérito Ciudadano

Cuando los etarras eran «hijos predilectos» asociated press

j. pagola

Numerosos municipios del País Vasco y Navarra gobernados por Batasuna declararon en su día «hijo predilecto» a aquellos etarras del pueblo muertos en enfrentamiento con las Fuerzas de Seguridad o, peor aún, al explosionarles el artefacto con el que pretendían perpetrar una matanza de inocentes. ... Sobre todo cuando la banda cometía más atentados, en los «años de plomo», allá por la década de los ochenta y noventa, pero también después.

Por ejemplo, el Ayuntamiento de la localidad guipuzcoana de Zaldibia, integrado entonces exclusivamente por nueve concejales de Batasuna, acordó nombrar «hijo predilecto» del pueblo a Hodei Galarraga, uno de los dos pistoleros fallecidos cuando trasportaban, en septiembre de 2002, un explosivo en Bilbao. Antes, en agosto de 2000, fue la Corporación de Hernani, también batasuna, la que enalteció con este título a Ekain Ruiz Ibarguren, otro etarra muerto, junto a otros tres terroristas, cuando se disponían a colocar un potente coche bomba en Bilbao. Además de este título, los ayuntamiento batasunos cedían sus salones de plenos para que se instalaran allí las capillas ardientes de los asesinos muertos por su propio odio y pagaban los gastos del funeral y entierro. Batasuna también intentó declarar «hijo adoptivo» al cabecilla de ETA Domingo Iturbe Abasolo, «Txomin», muerto en extrañas circunstancias cuando se encontraba en Argelia con otro grupo de etarras. La alianza entonces entre el PNV y PSE evitó el disparate. Hay muchos más casos.

Contra el delegado

Nunca Batasuna ha propuesto, por el contrario, que se declarara persona «non grata» a los etarras. Ni siquiera a los autores de las matanzas de Hipercor, las casas cuarteles de Zaragoza o Vic, o el asesinato de niños. Ese título, que en caso de proceder de la «izquierda abertzale» honra a su destinatario, se lo han reservado Otegi y compañía al delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo. Es una iniciativa emprendida en las Juntas generales de Guipúzcoa y para ello ha contado con la complicidad de Aralar. Entre otros motivos, por oponerse a que el Ayuntamiento de San Sebastián, gobernado por Bildu, concediera la Medalla al Mérito de la Ciudad al cofundador de ETA José Luis Álvarez Enparantza, «Txillardegi», autor además de las siniestras siglas.

Cuando los etarras eran «hijos predilectos»

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios