ABC, el primer periódico en la mesa de Rajoy

Entre otros apuntes de esta entrevista, realizada por el director del Financial Times , Lionel Barber, y Tobias Buck, el corresponsal del mismo en España, destaca la respuesta a esa crítica sobre su supuesta pasividad en la dirección, que él califica de «viejo cliché», contestando así: ««Dicen que a los gallegos les gusta esperar y ver —y dicen lo mismo sobre mí—. Pero desde que hace un año me hiciese cargo del Gobierno he reducido el déficit público en medio de una recesión. He emprendido reformas estructurales y la reforma del sector bancario. Me gustaría saber: ¿Cuántos que no fuesen gallegos habrían tomado esas decisiones?».

En este sentido, desde el FT, redundan en el origen gallego del presidente: «A menudo le describen como el típico gallego —reservado, reacio a dar respuestas claras, permanentemente dispuesto a mantener sus opciones abiertas—. Y terminan con este aspecto añadiendo el dicho popular que dice que cuando te encuentras a un gallego en la escalera, nunca sabes si sube o baja. El presidente replica estar «feliz y orgulloso» de su procedencia, «una fortaleza del Partido Popular en el noroeste» del país, añaden desde la publicación inglesa.

También destacan el uso de la expresión «sin sentido» por parte de Rajoy («palabra favorita») en referencia, por ejemplo, a echar la culpa o la mirada atrás a errores del pasado, aunque luego «no pueda resistirse» a lanzar un pulla a sus predecesores socialistas a cuenta del déficit que se encontró al llegar al Gobierno.

De su carácter destacan, desde el FT, «la rectitud de pueblo» del presidente en marcado contraste con «sus más ostentosos antecesores». Y el mismo Rajoy se encarga de contraargumentar a sus críticos cuando le acusan de indecisión y procrastinación, que él ve como calma y prudencia.

Y, por último, merece mención otra réplica de Rajoy, que preguntado sobre el legado que le gustaría dejar y ser recordado, preguntado por « dónde estaba entonces la poesía en su ambición política», el presidente del Gobierno respondió: «Lo mío es la prosa».