75 cumpleaños del rey

El humor «real» de Don Juan Carlos

Afable, sencillo, capaz de dejar al margen ceremonias y formulismos, el Rey se ha ganado el cariño de los españoles por su carisma y sentido del humor

El humor «real» de Don Juan Carlos ernesto agudo

m.r.c.

El primer día de colegio de Don Juan Carlos —un joven con «porte distinto, alto y noble»— preguntan a su padre, el Conde de Barcelona, qué tratamiento han de dar al niño. Pero el joven Príncipe se adelanta y, sin vacilar, da una respuesta: «Mis ... amigos me llamarán Juanito».

A sus 75 años, el Rey conserva el buen humor y la jovialidad de aquel niño al que sus más próximos llamaban «Don Juanito», tal y como la retrató Juan Antonio Pérez Mateos en su libro «La infancia real». Un Monarca que no duda en romper el protocolo cuando considera que el momento requiere una broma o comentario elocuente, siempre espontáneo, y que se ha ganado que los españoles asocien su carácter al adjetivo «campechano», que según la RAE corresponde a alguien afable, sencillo, y que no muestra interés alguno por las ceremonias y formulismos.

Lo difícil que, según decía uno de sus prefectos maristas, era «resistirse a las sonrisas de Juanito» sigue valiendo al Monarca para ser el mejor embajador de España. Durante el tiempo que pasó en las Academias militares, no eludió las habituales batallas de comida, pero también sufrió las bromas y novatadas de los veteranos. Pérez Mateos señala en «Un Rey bajo el Sol» que en 1958, cuando estaba en la Academia de Aviación de San Javier de Murcia, Don Juan Carlos tenía un mono amaestrado. Fito, que vestía con el uniforme y al que enseñó a saludar, le valió al Monarca varios arrestos, por lo que finalmente tuvo que separarse de él.

Mientras su padre, Don Juan de Borbón, aguardaba su llegada al mundo, su abuelo Alfonso XIII le mostró a un niño chino que había nacido en la misma clínica y le hizo creer que ese era su hijo. El sentido del humor de la familia. «Yo soy, pues... como soy yo: extrovertido, patalallana, nada complicado», dijo de sí mismo. Un Monarca que deja encendido su teléfono móvil durante un acto oficial en el Palacio Real y que tiene como melodía la risa a carcajadas de un bebé.

Visitas al «taller mecánico»

Tras su operación del talón de Aquiles en octubre de 2011 bromeó con los periodistas: «Lo mío es de taller mecánico; entras, te arreglan y ya está». Y después de su último paso por «el taller», los periodistas le preguntaron si se lo tomaría con más calma esta vez antes de volver al trabajo, a lo que contestó, con una sonrisa: «Qué malos sois». Incluso al presidente colombiano, Juan Manuel Santos, en la última Cumbre Iberoamericana, le dijo en tono distendido: «Aquí me tienes, un poco tullido, pero bien».

Los periodistas a menudo han sido testigos de su carisma y sentido del humor. Cuando comenzaron a circular rumores sobre su estado de salud, el Monarca lamentó entre risas que algunos ya decían que estaba «más muerto que vivo» y que lo veían «en la caja de pino». También contestó al presidente de Venezuela, Hugo Chávez —a quien había gritado un ya famoso «¿por qué no te callas?» durante su último encuentro— cuando éste preguntó a los periodistas si no estaban de vacaciones: «No les doy descanso».

En la celebración del último día de las Fuerzas Armadas, en Valladolid, comentó en su habitual tono jocoso a los informadores: «A ver si hubiérais aguantado vosotros», refiriéndose a la presidencia de la celebración, que lo mantuvo de pie y sin ningún apoyo durante hora. «Si no, me dan», añadió. También preguntó a los periodistas, sorprendido por el numeroso grupo que había acudido a cubrir su encuentro con el presidente del Gobierno en Zarzuela:: «¿Qué, no tenéis nada que escribir?»

Amante del deporte y fiel seguidor de los atletas españoles, en una recepción con el tenista Rafa Nadal —tan solo unos días después de que se hiciera famoso un guiñol francés que acusaba a los deportistas españoles de dopaje— el Rey comentaba con el tenista: «Estos de los guiñoles son tontos». También bromeó en India sobre la posibilidad de que el piloto de Fórmula 1 Fernando Alonso pudiera arrebatarle el mundial al alemán Sabestián Vettel: «Ponedle chinchetas». Y añadió: «(A Alonso) le han hecho cada faena...».

Su espontaneidad le ha servido para tener la palabra adecuada en los momentos más difíciles y para ganarse el cariño de un país que hoy celebra su 75 cumpleaños.

El humor «real» de Don Juan Carlos

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