Bescansa predispone a la Marea a un acuerdo con la izquierda

Aún así, la afirmación de la dirigente morada no es vacua. Significa que el rupturismo gallego, al pactar con el PSdeG y el Bloque, da por hecho que se va a subir a un tren que Podemos dejó pasar tras el 20-D y que pudo desalojar a Mariano Rajoy de la Moncloa. «Estamos a tres días de ver el cierre del país tal y como lo conocemos desde hace 30 años» , auguró. El acto de partido se desarrolló en una dimensión deliberadamente gallega. Algunos dirigentes del partido están molestos por la forma en la que la batalla interna de Podemos está robando todo el protagonismo a su marca «fraterna».

«Esta es una etapa que se está terminando », prosiguió Bescansa, entre promesas de Villares de «levantar las alfombras» de San Caetano y colaborar con la Fiscalía para que se «juzgue y si es necesario, encarcele» a los condenados por corrupción. Según cifras aportadas por ambos, el desfalco a las arcas públicas es de 2.200 millones en Galicia y 44.000 en España .

Su plan para regenerar la vida pública lleva aparejada la instauración de un nuevo sistema de la «Europa social», que se convierta en el «principio del camino» para dejar atrás el «colapso de la democracia representativa» de hoy. Villares no solo cree que las elecciones van a cambiar el ciclo político gallego. Va más allá. En el Toural, repitió que «la troika está vigilando» el mensaje que Galicia vaya a emitir. «Mirad a la luna» , dijo hace días Xulio Ferreiro. A cuál de ellas, se verá el domingo.