La tecnología también echa raíces en el campo español

«La dosificación variable y la agricultura de precisión (añade) son componentes clave. La primera implica ajustar la cantidad de insumos, como fertilizantes o pesticidas, con el uso de tecnologías avanzadas como sistemas de posicionamiento global (GPS) y sensores que recopilan datos detallados sobre la variabilidad del suelo y los cultivos. La agricultura de precisión incluye la dosificación variable y otras prácticas tecnológicas de optimización de la producción».

Proyectos de Asaja como NeoGiant (extracto de uva para la reducción de antibióticos en el sector porcino), GO Microclimatt (experimentación de nuevos bioestimulantes a base de microalgas) o Recover, con soluciones biotecnológicas (con insectos) para combatir la contaminación de los plásticos, forman parte de la batería de soluciones tecnológicas de la agricultura del siglo XXI.

Noticia Relacionada

Las raíces de la agricultura de precisión están en el espacio

Belén Rodrigo

España se ha posicionado a la vanguardia en el aprovechamiento de ese abono de competitividad que la conexión y las imágenes satelitales aportan al campo

También destaca la iniciativa 'Grupos Operativos y Proyectos Innovadores' (Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural; Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y Red Rural Nacional). Un entorno en el que una institución financiera como Cajamar cuenta con centros experimentales agronómicos de Almería y Valencia, con más de 20 hectáreas de superficie en las que se promueven y desarrollan diferentes programas de I+D+i, e iniciativas como la Plataforma Tierra, ecosistema de innovación, digitalización y sostenibilidad.

En cuanto al sector ganadero, destacan trabajos (primera convocatoria del programa de investigación Horizonte Europa) como los del CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas) que lidera el proyecto europeo Re-Livestock (reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de los sistemas ganaderos). Tiempos de 'ganadería inteligente', que optimiza los procesos para una mejor eficiencia de todo el recorrido en las granjas y en la que el 'Internet de las Cosas' ya forma parte de la actividad.

Eventos como Figan, celebrado cada mes de marzo en Feria de Zaragoza, reúnen, por su parte, un 'retrato robot' del presente y el futuro de esta actividad económica. Así sucedió en este año, con avances en el software de gestión (ERP) del sector agroalimentario, en la mejora genética, en estimación del peso de lotes de animales a través del procesamiento de imágenes obtenidas por cámaras 2D y 3D, etc. Sobre el terreno, empresas como InnoPorc implementan soluciones como, por ejemplo, CheckPig (protocolos de sistemas en granjas), Pig Advisor (gestión y sensorización con 'big data') o LaresAgri para geovallar granjas.

Un despliegue tecnológico al que se suma el propio del Observatorio de Tecnologías Probadas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, sobre aspectos como los sistemas de producción y nutrición animal, el diagnóstico de plagas y enfermedades, la mayor eficiencia en el riego... El ministerio, además, ha puesto en marcha 23 ayudas a proyectos innovadores de interés general en agricultura, ganadería, sector forestal e industria alimentaria, con 12,15 millones de euros de fondos del Instrumento de Recuperación Europeo (Next Generation), incluidos en el Perte agroalimentario.

La pesca, por su parte, también se beneficia de la disrupción tecnológica. Así lo subrayó el pasado mayo (durante la jornada técnica de innovación de la Organización de Productores Artesanales del Principado de Asturias) Isabel Artime, secretaria general de Pesca: «La investigación y la ciencia son los principales aliados del sector pesquero para afrontar sus retos de sostenibilidad, rentabilidad y competitividad». En este contexto, empresas como AZTI trabajan para afrontar el futuro, como la afección del cambio climático a los ecosistemas «concretamente (señala su coordinador de Tecnologías Pesqueras, Gorka Gabiña) a las pesquerías, el encarecimiento de las materias primas, la necesidad de diversificar las fuentes de los recursos para cubrir la creciente demanda de consumo de pescado, etc.».

Por ello, operan en diferentes líneas de digitalización adaptadas a nuevos escenarios de incertidumbre (eventos inesperados, cambios legislativos, etc). Gabiña destaca proyectos como SustunTech (digitalización e IA para reducir consumo de combustible) o Simulek (patrones operativos y de energía de la flota artesanal ante una posible estrategia de electrificación). Y resalta la importancia de «desarrollar metodologías y herramientas para incluir el uso de la inteligencia artificial y 'big data' en la toma de decisiones, con ejemplos como nuestros avances en caracterizar capturas por especies y tallas, en mitigar la pesca en el ecosistema, en evitar la interacción de las artes con especies protegidas, en peligro y /o amenazadas, etc.».