Ribera teme que el PP retoque sus funciones como comisaria europea

En concreto serán 26 audiencias, puesto que Von der Leyen ya fue ratificada como presidenta de la Comisión este verano, en las que cada comisario será examinado por la comisión o comisiones pertinentes dependiendo de su cartera y en las que los grupos parlamentarios buscan compromisos por parte de los futuros comisarios.

Los 'hearings' comienzan hoy y se alargarán hasta el próximo 12 de noviembre, con la idea de que este mismo mes pueda ir el asunto a Estrasburgo y la nueva Comisión empiece a trabajar el próximo 1 de diciembre.

Fuentes europeas aseguran a este periódico que Ribera, nominada a vicepresidenta ejecutiva para la Transición Competitiva Justa y Limpia y responsable de Competitividad, teme que tras los resultados de su entrevista con hasta ocho comisiones parlamentarias presentes, los populares si bien no la vetarán, sí «retocarán» sus funciones, e incluso podrían «variar» algún concepto en los «apellidos de su cargo», dejándola con menos poder de lo que le ha otorgado la propia Von der Leyen.

Además, las fuentes del entorno de la vicepresidenta española deslizan que ella, también con la misma incertidumbre, sabe que afrontará una de las audiencias más exigentes entre todos los candidatos a las diferentes comisiones, dada la transversalidad de la nueva Comisión Europea, ya que tiene, a priori, muchas ramificaciones a su cargo, y será mirada con lupa, muy especialmente por los representantes del PPE. De hecho, Ribera estará frente a ocho comisiones parlamentarias: tres de ellas serán principales –la de Economía, la de Medioambiente y la de Energía– y otras cinco asistirán a su audiencia como invitadas –Empleo, Transporte, Agricultura, Desarrollo Regional y Mercado Interior y Protección de los Consumidores–.

Noticia Relacionada

La ministra Teresa Ribera maniobra para colocar a sus acólitos en empresas y reguladores públicos

María Jesús Pérez

Tras dejar en el aire sus pretensiones de dar el salto a Europa, la idea de dejar al frente del Ministerio a su marido, Mariano Bacigalupo, pierde fuerza

Los portavoces de cada grupo político en las comisiones son los encargados de realizar la evaluación de cada candidato una vez celebrada la audiencia. Los candidatos superarán la evaluación si consiguen una mayoría de al menos dos tercios de los votos de los coordinadores (ponderados por el peso del grupo al que representan).

Esta mayoría de dos tercios necesita del concurso de grupos políticos diferentes en función de la distribución de escaños que se haya realizado en las comisiones parlamentarias. Por ejemplo, los grupos PPE, Renew, Conservadores y Reformistas Europeos, Patriotas y Europa de las Naciones Soberanas tienen mayoría de dos tercios en la Comisión de Asuntos Económicos; pero esos mismos grupos no tienen dos tercios en la Comisión de Medio Ambiente, Salud y Seguridad Alimentaria. En la actualidad, al menos cinco grupos políticos son necesarios para llegar a dos tercios en las comisiones parlamentarias.

Una vez concluidos todos los 'hearings', la Conferencia de Presidentes de las comisiones parlamentarias evaluará el resultado de las audiencias de confirmación y transmitirá sus conclusiones a la Conferencia de Presidentes de la Eurocámara. Esta última realizará la evaluación final y decidirá si da por concluidas las audiencias. Si eso pasa, la Comisión al completo, como bloque, tiene que someterse a la votación del pleno del Parlamento Europeo.

Y es precisamente si no se llega a dicha mayoría lo que preocupa al entorno de la vicepresidenta española y a ella misma. Si en su caso no se produjese, la comisión competente podrá solicitarle más información por escrito o incluso celebrar una nueva audiencia con ella, de menor tiempo de duración. Y si aún así siguiera sin alcanzarse la mayoría necesaria, la comisión se pronunciaría sobre su idoneidad como candidata mediante una votación final de carácter secreto en la que es suficiente con obtener la mayoría simple.

Según las respuestas de Ribera, a las que ha tenido acceso este periódico, dadas en la fase previa a las audiencias –en la que las comisiones parlamentarias envían, de forma escrita, preguntas a los candidatos, que responden con antelación suficiente respecto a la fecha de celebración de cada audiencia–, lo que suscitaba dudas con la vicepresidenta española, sobre todo desde Alemania y Francia, fue, entre otros asuntos delicados, su posición respecto al uso de la energía nuclear.

Sin embargo, una vez designada como vicepresidenta, Ribera, en contra de lo defendido en la política medioambiental de su Ministerio, se ha encargado de verbalizar que no se opone a la expansión de este tipo de energía en Europa, y así lo hizo saber también en sus respuestas: «Necesitamos la máxima eficiencia en el despliegue de las diferentes tecnologías, tanto las que están maduras como las nuevas que podrían ayudar a la UE a lograr su descarbonización más allá de 2030 [...] En lo que respecta a la energía nuclear con bajas emisiones de carbono, cabe señalar que en febrero de 2024 la Comisión lanzó una alianza industrial para facilitar la cooperación de las partes interesadas a nivel de la UE, acelerar el despliegue de pequeños reactores modulares (SMR) y garantizar una cadena de suministro sólida en la UE, que incluya una mano de obra calificada. Esto aprovechará las capacidades de fabricación e innovación de la UE para acelerar el despliegue de los primeros proyectos SMR en la UE a principios de 2030 bajo los más altos estándares de seguridad nuclear, gestión de residuos, sostenibilidad ambiental y competitividad industrial».