Miguel Álava (AWS): «Más que reemplazar empleos, la IA está transformando cómo trabajamos»

¿Estamos al borde de una carrera armamentística tecnológica entre bloques geopolíticos?

Actualmente, presenciamos una convergencia entre el poder transformador de la tecnología, especialmente la inteligencia artificial, y las dinámicas geopolíticas que favorecen la autonomía. La manifestación más clara de esto es la rivalidad tecnológica entre Estados Unidos y China, que compiten por la supremacía en tecnologías clave, ya no solo en relación al liderazgo económico, sino también al militar. Esta división no solo impulsa la carrera por el desarrollo de tecnologías avanzadas, sino también por la influencia geopolítica en terceros países y alianzas estratégicas.

Para evitar una escalada incontrolada, será fundamental establecer acuerdos multilaterales que garanticen la transparencia, la interoperabilidad y los principios éticos en el desarrollo y uso de estas tecnologías avanzadas.

¿Qué riesgos plantea la concentración de capacidades de IA en pocas empresas o países?

La concentración de capacidades de IA puede generar dependencia tecnológica, vulnerabilidades centralizadas, y riesgos de seguridad.

Un riesgo clave es la posible reproducción de sesgos algorítmicos debido a la limitada diversidad de enfoques. Sin embargo, es importante reconocer que el ecosistema de la IA ha evolucionado rápidamente, con una democratización significativa del acceso a esta tecnología. En Amazon Web Services (AWS), creemos que no existirá un único modelo dominante, sino múltiples y adaptados a distintos casos de uso. Además, el valor diferencial se está desplazando hacia la capa de aplicación. En Europa ya vemos un progreso significativo en este sentido, con un tercio de las empresas adoptando IA, y España a la cabeza con un 50% de adopción de esta tecnología (ocho puntos por encima de la media Europa según un informe de la consultora Strand Partners). Este crecimiento podría aportar 600.000 millones de euros adicionales a la economía europea para 2030, lo que demuestra el potencial transformador de esta tecnología cuando se distribuye y aplica ampliamente.

¿Cuál es el impacto real de la IA generativa en el empleo y la productividad a corto plazo?

El impacto de la IA generativa en el empleo y la productividad es multifacético y varía según el sector y la región. Más que reemplazar empleos, la IA está transformando cómo trabajamos, permitiendo que las personas se enfoquen en actividades de mayor valor añadido. Según la Organización Internacional del Trabajo, aproximadamente un 25% de los trabajadores realiza tareas susceptibles de verse afectadas por la IA generativa. Asimismo, el Foro Económico Mundial prevé un saldo neto positivo de 78 millones de nuevos puestos de trabajo entre 2025 y 2030 cuando compara los empleos que potencialmente desaparecerán en contraposición con los nuevos empleos que esta tecnología ayudará a crear.

En cuanto a la productividad, aunque el efecto actual es modesto, el potencial es enorme. En Amazon, por ejemplo, la migración de aplicaciones internas usando IA ha supuesto un ahorro de 260 millones de dólares. Según el informe que comentaba antes, en España el 96% de las empresas que utilizan IA han visto ya incrementados sus beneficios financieros. Estos ejemplos demuestran que, bien implementada, la IA puede impulsar significativamente la productividad y crear nuevas oportunidades de empleo.

¿Cómo pueden los países en desarrollo no quedar rezagados en la adopción de tecnologías disruptivas?

Los países en desarrollo deben ver las transiciones tecnológicas como una oportunidad para redefinir su posición en el escenario global. Ejemplos como Israel y Estonia demuestran cómo países relativamente pequeños pueden liderar en tecnología con estrategias bien enfocadas. Para ello, es esencial que estos países inviertan en la formación y desarrollo de talento local especializado, fomenten la colaboración público-privada y participen activamente en redes globales y comunidades tecnológicas internacionales. Europa enfrenta retos similares y debe acelerar la integración de IA, abordar el déficit de habilidades digitales y aumentar la inversión en infraestructura e innovación para mantenerse competitiva a nivel global.

¿Qué marcos éticos y regulatorios deberían establecerse para el uso internacional de IA, especialmente en seguridad y defensa?

Los marcos éticos y regulatorios para el uso internacional de IA, especialmente en ámbitos sensibles como la seguridad y la defensa, deben ser firmes y estar coordinados a nivel internacional. Es crucial establecer sistemas de clasificación y gestión del riesgo, garantizar la transparencia, trazabilidad y supervisión humana en los procesos de IA, y asegurar la robustez técnica y ciberseguridad de estos sistemas. La protección de los derechos humanos y la no discriminación deben ser prioridades, así como el establecimiento de responsabilidades legales claras y la imposición de sanciones proporcionales ante usos indebidos. En este sentido, en Amazon, estamos comprometidos con la colaboración entre industria, gobiernos y organismos internacionales para establecer estas barreras de protección, garantizando así la prosperidad económica y la seguridad global, mientras se impulsa la innovación de forma responsable y segura.

¿Cuáles son los principales retos de Europa para desarrollar un ecosistema tecnológico competitivo en inteligencia artificial, frente a la dominancia de EE.UU. y China y la fragmentación regulatoria interna?

Europa está dando pasos importantes en el desarrollo de su ecosistema de IA, con avances significativos como la Ley de IA, que establece un marco pionero para el desarrollo responsable de esta tecnología. Si bien existe cierta complejidad en la coordinación entre países miembros, esto también representa una oportunidad para establecer estándares que combinen innovación con responsabilidad. El marco regulatorio europeo, aunque exhaustivo, busca garantizar un desarrollo tecnológico que refleje los valores fundamentales de la región.

Por otro lado, Europa está incrementando su inversión en investigación y desarrollo, aunque aún existe margen para acelerar este proceso. El continente cuenta con centros de excelencia en IA y un ecosistema académico robusto que está formando talento especializado. Para maximizar estas fortalezas, es importante seguir fomentando la colaboración entre el sector público y privado, así como facilitando la transferencia de conocimiento entre academia e industria.

Para fortalecer su posición en el panorama global de la IA, Europa puede aprovechar su experiencia en sectores estratégicos como la industria, la salud y la movilidad, donde ya existe una base sólida de innovación. La clave está en acelerar la adopción de IA en estos sectores, mientras se mantiene el enfoque en un desarrollo tecnológico responsable y centrado en el ser humano, que ha sido siempre una seña de identidad europea.