Merkel atenúa las diferencias pero admite «discrepancias» en el seno del G-8
El choque entre el empuje consolidador alemán y la opción al estímulo expansivo de Washington condicionan la cumbre
ramiro villapadierna
La canciller Merkel asegura que el G8 está dando pruebas de “un gran comprensión mutua” entre sus miembros dirigentes de la economía mundial, pero ello no le impide reconocer las “discrepancias” en el seno de la cumbre respecto a la estrategia para la crisis, especialmente ... entre EE. UU. y Alemania.
Las diferencias entre el empuje consolidador alemán y la opción al estímulo expansivo, que mantienen Washington y otros socios de la eurozona, ha precalentado la cumbre del G20 en Toronto. Una campaña alemana de artículos y entrevistas han mostrado que Alemania se defendía al ataque, contra acusaciones de nacionalismo.
El presidente Obama ha criticado en carta previa a todos, y que Alemania ha sentido en carne propia, que un comienzo de repunte pueda quedarse sin fuelle ante las crecienes medidas de austeridad y consolidación en Europa occidental. Alemania ha anunciado inopinadamente un recorte de 80.000 millones en cuatro años , el mayor de su historia.
Merkel defiende su cultura de estabilidad y ajuste, en Alemania y Europa, argumentando que “la reducción del endeudamiento es imprescindible para lograr un crecimiento sostenible”. E insiste en que “Alemania hará mucho más que otros países por impulsar el crecimiento europeo en 2011”, dedicando el 2,1% del PIB a medidas de estímulo al consumo. El flojo consumo interno alemán es una tara financiera de la eurozona desde el lanzamiento del euro.
«La próxima Grecia, a lo Grande»
Entre datos serios y demagogia barata, siempre sobre el derroche de otros, varios medios alemanes vienen atacando a las economías del sur, al tiempo que defendiendo la austeridad de la canciller. En las últimas horas, y pese a no comulgar nada con Merkel, el «Süddeutsche Zeintug» se ha incorporado con una fuerte crítica a los EE.UU. tras la carta de Obama y las del financiero Soros en Berlín.
También el económico «Handelsblatt» viene a preguntarse si EE.UU. no será “la próxima Grecia, a lo Grande”, dado que la suma de la deuda pública (13 billones de dólares) y privada en EE.UU., alcanzaría al 360% del PIB. «Süddeutsche» hace un pormenorizado examen de los datos estadounidenses, y la precaridad de los propios bonos de sus estados, para concluir que “el mundo no acepta ya a EE.UU. como alumno modelo”. Visto el formidable reajuste británico, “ni siquiera Londres” lo seguiría ya.
Al unísono con todos, el «Süddeutsche» editorializa contra la etiqueta de que Alemania sería tacaña y ahorradora, e insiste en que ni EE.UU. ni "las economías del sur de Europa van a mejorar su capacidad exportadora con ayuda alemana, sino sólo con reformas incómodas”.
De vuelta al G20, tampoco ve Merkel “la posibilidad de alcanzar un consenseo entre todos", para aplicar nuevos impuestos a las transacciones financieras, como defiende su gobierno y comparten otros europeos. Berlín aboga por el objetivo global futuro de someter a supervisión tanto los productos como los mercados financieros.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete