El quinto en discordia
Opa, de entrada no
Después de todo lo que ha pasado, BBVA no puede no hacer todo lo que esté en su mano para llevarse el gato al agua. Son muchas las explicaciones que tendrían que dar
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónComo era de esperar, el consejo del Sabadell ha rechazado la oferta del BBVA en los términos actuales. Las razones fueron tres: valoración, el hecho de que no sea en dinero y también destacaron el riesgo de que se reduzca el nivel de aceptación ... por debajo del 50%. Y esto es lo que hoy está poniendo en precio el mercado: la oferta en las condiciones actuales no va a salir.
En cuanto a la valoración, el consejo del Sabadell se descolgó con una valoración objetivo que se sitúa un 30% por encima del precio actual del banco y que está en línea con la prima pagada en las operaciones hostiles estos últimos años.
Carlos Torres: «Nuestra intención no es subir la oferta, pero tenemos capacidad para hacerlo»
Yolanda Gómez Rojo y Daniel CaballeroLa posible reducción del nivel de aceptación del 50 al 30% podría desatar una segunda oferta en dinero potencialmente a un precio más alto, lo que además de que podría suponer una ampliación de capital para el banco vasco dejaría colgados de la brocha a los accionistas que hubieran acudido a la primera oferta.
Así las cosas, y pese al enorme esfuerzo de comunicación que está haciendo el BBVA para convencer a los accionistas minoritarios del banco catalán, las probabilidades de que en las condiciones actuales salga la opa son reducidas, por no decir ninguna.
El BBVA tiene margen para subir la oferta -en una combinación de caja y acciones- y no tiene alternativas. La mejora de precio que se está barajando es el resultado del BBVA de un trimestre. Con independencia de cómo puede afectar al retorno de la operación, estamos en un punto en el que pesa más la oportunidad que esta operación representa. Después de todo lo que ha pasado no puede no hacer todo lo que esté en su mano para llevarse el gato al agua. Son muchas las explicaciones que tendrían que dar si la oferta fracasa porque no hacen un último esfuerzo, que es lo que el mercado les está exigiendo.
BBVA tiene hasta el 23 de septiembre para modificar el precio de acuerdo con las normas del regulador. En cualquier caso, si decidiera extender el plazo, la fecha límite para mejorar la oferta o modificar el nivel de aceptación sería el 3 de octubre por lo que no vamos a tardar en saber el desenlace.
'Rating' de España
Terminamos la semana pasada con buenas noticias: la agencia de 'rating' S&P mejoraba la nota del Reino de España. Elevó la calificación a A+ con perspectiva estable. Las razones de la agencia americana eran el fuerte crecimiento económico, la baja exposición de las exportaciones a los aranceles de Estados Unidos, la reducción de la deuda exterior y el impacto positivo de la inmigración en el empleo. Además, hace un punto importante en algo que es clave mirando para adelante: la fuerte reducción del endeudamiento del sector privado. Familias y empresas han rebajado significativamente sus deudas, lo que da al país una mayor resistencia frente a futuras turbulencias. Por último, enfatizaba la mayor diversificación de la economía en la que cada vez es mayor el peso de las exportaciones de servicios de mayor valor añadido.
En cualquier caso, S&P también enfatizaba la oportunidad perdida estos últimos años para haber ido más allá en la reducción del déficit público como, por ejemplo, sí han hecho otros países de nuestro entorno. También se hacía eco de la debilidad del Gobierno, que le dificulta impulsar un mayor ajuste fiscal o aprobar un presupuesto. En este caso creo que la agencia se equivoca: probablemente ha sido la incapacidad de legislar de este Gobierno lo que ha permitido que las cosas se hayan enderezado algo. Lo bueno es enemigo de lo óptimo. Y aunque desde luego hubiera sido mejor tener un gobierno que hubiera hecho las cosas medio bien, uno que es incapaz de hacer nada tampoco hay que despreciarlo.
Se trata de una buena noticia por muchas razones y quien no lo reconozca se retrata. Tiene desde luego repercusión directa sobre el coste de la deuda pública. Pero probablemente sea más importante para la mejora de la percepción de España en un momento en el que está comenzando algo de rotación de los flujos de capitales, saliendo de EE.UU. con destino Europa. Por méritos propios y a pesar del Gobierno, España puede ser de las que se beneficien de estas circunstancias. Solo nos queda soñar con cómo serán las cosas cuando en materia económica se hagan medio bien. Tampoco deberíamos tardar mucho en verlo.
Algo de perspectiva
En un momento en el que en la Bolsa las analogías con la burbuja 'puntocom' se multiplican importa coger algo de perspectiva para ver dónde estamos. El 40% de los índices americanos son tecnología, medios y telecomunicaciones. De esas diez compañías que representan el 40%, siete tiene que ver directamente con la inteligencia artificial. Se trata, por lo tanto, de algo inédito que ni siquiera vivimos en la burbuja de internet. Nunca habíamos tenido un nivel de concentración tan alto en un número tan reducido de nombres todos vinculados al mismo fenómeno.
En cuanto a las valoraciones, además de lo que estamos viendo en la Bolsa todos los días, encontramos una muy buena referencia en lo que ha pasado con la valoración de OpenAI, que es la compañía que mejor ejemplifica esta revolución tecnológica y que en los últimos días ha cerrado otra ronda de financiación. Desde la última vez que acudieron al mercado hace seis meses, la valoración se ha multiplicado por dos. Esta última valoración es más que lo que vale toda la Bolsa española. La gran diferencia es que OpenAI no gana dinero. De hecho, va a quemar más de 100.000 millones de dólares en los próximos tres años.
Otro aspecto importante es el volumen de inversión que están haciendo muchas de estas compañías para el desarrollo de esta tecnología. Sin ir más lejos, en el aquelarre tecnológico que organizó Trump en la Casa Blanca hace unos días, Meta anunció una inversión de 600.000 millones de dólares en centros de datos los próximos años. Y esto es solo un ejemplo. El volumen de inversión para el desarrollo de la inteligencia artificial no tiene precedentes. Y lo que desde luego no está nada claro es el retorno de estas porque a diferencia, por ejemplo, de las redes de cable que se desplegaron con el desarrollo de internet, la obsolescencia de los chips es mucho mayor.
Y, por último, la adopción de esta tecnología empieza a dar señales de estar tocando techo. El número de soluciones para empresas que utilizan inteligencia artificial se empieza a reducir. El uso por parte de los consumidores privados sigue aumentando pero por el lado empresarial se empieza a reducir sin que de momento se haya trasladado a mejoras claras de productividad por parte de los que lo están adoptando.
Con todo, y como pasó con internet, con independencia de la trascendencia fuera de toda discusión de esta revolución tecnológica, no está claro quiénes van a ser los beneficiarios de toda la cadena de valor en un momento en que muchas de estas compañías están poniendo en precio la perfección y su peso en los índices más globales es enorme. El tiempo dirá quiénes son los vencedores y quiénes los vencidos pero el proceso no va a resultar inocuo para la Bolsa global.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete