La industria nuclear pide al Gobierno la prórroga de la vida útil de las centrales

Su presidente, Héctor Dominguis, ha subrayado que, «como profesionales nucleares, y en base a nuestros conocimientos técnicos y experiencia del sector, avalamos el funcionamiento seguro de las centrales nucleares de este país y su capacidad para continuar operando hasta los 60 años o más sin que exista ningún límite legislativo o técnico que lo impida«. Las eléctricas propietarias de las plantas invierten entre 30 y 40 millones de euros al año en cada uno de los siete reactores, añade Dominguis.

Hay que recordar que el Gobierno y las eléctricas acordaron un calendario para el cierre progresivo de los siete reactores nucleares entre 2027 y 2035. "La primera que se cerraría, Almaraz I (Cáceres) generó el año pasado la electricidad equivalente al consumo anual de Sevilla y Valencia", dijo Dominguis.

El manifiesto apunta que «la fecha de cierre del parque nuclear es un debate que se fundamenta únicamente en criterios políticos y fiscales, no técnicos. Si no se revisa la fiscalidad a la generación nuclear y no se informa al público con independencia y veracidad sobre la contribución que realiza la energía nuclear, se estará perdiendo un recurso valioso para alcanzar los objetivos energéticos, medioambientales y de calidad de vida«.

El presidente de la SNE destaca que las empresas españolas del sector están presentes en 40 países y generan más de 20.000 empleos, entre directos e indirectos.

Ha añadido que la revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima debe contemplar la prórroga de la vida útil de las centrales nucleares. Además, ha pedido un marco regulatorio y fiscal «estable» tras recordar que si el precio medio de la electricidad que se generó el año pasado en las centrales nucleares fue de 55 euros el MWh, 25 euros fueron impuestos y tasas.

También se ha mostrado partidario de que exista un solo almacén de residuos centralizados en vez de uno en cada planta.

Sobre la alianza europea que está impulsando Francia para potenciar la energía nuclear y a la que ya se han sumado diez países -entre los que no está España-, Dominguis ha afirmado que «no podemos quedarnos solos en la estrategia de cerrar las plantas».