ESPECIAL INFRAESTRUCTURAS
El inaplazable viaje de transformación hacia un modelo de movilidad eficiente
Interconexiones, electrificación, apuesta por el tren, un nuevo mapa concesional... Son muchas las etapas pendientes en un periplo que exige una visión integral
Por qué el coche eléctrico es clave en la movilidad urbana del futuro
La sociedad española está mejor preparada y cocienciada para este cambio que hace unos años
Uno de los retos en los que están inmersos los países desarrollados es en el de contar con un modelo de movilidad y transporte eficiente. Y las infraestructuras son un soporte necesario para transformar dicha movilidad. Tal y como señala Julián Sastre, Dr. Ingeniero ... de Caminos, canales y puertos y presidente del Instituto de Movilidad, «Europa nos recuerda continuamente que las emisiones son excesivas. Hay que trabajar el urbanismo y la movilidad, como un binomio inseparable, no podemos pensar que la ciudad se puede crear o desarrollar sin contar con que la gente tiene que moverse y cada proyecto de movilidad tiene que pensar en ese modelo de ciudad que queremos». Además, indica que cada proyecto de movilidad es una oportunidad para cambiar la ciudad. «Nos están hablando de zonas de bajas emisiones donde precisamente además hay dinero europeo para desarrollar ese modelo de ciudad que tiene que tener en cuenta la movilidad activa y saludable como eje central y en general la movilidad sostenible y segura», subraya Sastre, con más de 35 años de profesión en el mundo de la movilidad y el transporte.
A nivel interurbano, cree necesario cambiar el chip y «pensar en la gestión y en la calidad. No necesariamente en la infraestructura sino sobre todo pensar en términos de servicio a los ciudadanos». Señala que en España está por desarrollar el nuevo mapa concesional del transporte por carretera y que el autobús tiene un lugar muy claro en el desarrollo de la movilidad y en la capilaridad para llegar a todas partes. «El ferrocarril es fundamental, sobre todo el regional, el de cercanías en el transporte metropolitano, y el ferrocarril de mercancías. Pero con un enfoque de servicios, tenemos grandes infraestructuras ferroviarias especialmente de personas y muchos corredores que lo que hay que hacer es dar un servicio, en definitiva, llenarlas de trenes».
Manuel de los Ojos, director de Electromovilidad en Siemens España, resalta el importante esfuerzo inversor realizado por España en las últimas décadas, así como «una notable mejora de sus infraestructuras, de su sistema de transportes y de sus redes de comunicaciones, lo que ha permitido avanzar en términos de competitividad, accesibilidad y conectividad territorial». Gracias a esto, España cuenta en la actualidad con una buena red de infraestructuras a lo largo de todo su territorio, como la red de autovías y autopistas, la red ferroviaria de alta velocidad, la red de puertos y aeropuertos, la red de transporte y distribución de energía eléctrica o las redes de fibra.
En cuanto al sector de la automoción y de la movilidad, España es líder en la fabricación de vehículos, ocupando el 9º puesto en el ranking mundial y el 2º a nivel europeo, solo por detrás de Alemania. «Por lo tanto, el vehículo eléctrico supone tanto una amenaza como una doble oportunidad para España. Una amenaza porque requiere de una reconversión de la industria de la automoción hacia esta nueva tecnología, donde la batería gana importancia en detrimento del motor, y deben aligerarse el resto de los componentes debido a su peso», afirma De los Ojos. Una doble oportunidad porque permite mantener el liderazgo en una industria estratégica en la que España ya estaba bien posicionada y, al mismo tiempo, «aumentar la electrificación del transporte, reduciendo así las emisiones de CO2 y la dependencia energética del exterior».
Entre los objetivos de la nueva movilidad el director de Electromovilidad en Siemens España recuerda que lo principal es «garantizar que la movilidad llegue a ser sostenible. No hay que perder de vista que la movilidad es responsable del 32% de la energía consumida globalmente y del entorno del 25% de las emisiones de CO2 a la atmósfera». Por eso entiende que la descarbonización no es una opción sino «una obligación que tenemos con el planeta y esto pasa por una transición energética hacia un modelo que permita reducir de manera drástica y rápida las emisiones de gases contaminantes».
Son varios los retos que el país tiene por delante para conseguir la integración del transporte que permita un ecosistema completo de movilidad. Manuel de los Ojos destaca varios puntos. «El primero y más importante es conseguir que los propios usuarios vean positivo el cambio. Deben sentir que una ciudad libre de humos y ruidos es mejor para ellos como ciudadanos y para la sociedad en su conjunto». Un modelo híbrido entre transporte público, compartido y ligero es operativo y funcional. «Vemos con optimismo cómo muchas ciudades van dando el salto. La presencia de parkings disuadidos aumenta los desplazamientos mixtos, las empresas de carsharing ganan en rentabilidad, los operadores nuevos aparecen en la explotación comercial de infraestructura ferroviaria, las empresas de logística invierten en vehículos cero emisiones... avanzamos sin ninguna duda».
Para el director del Instituto de Movilidad estamos ante una cuestión de salud y supervivencia a la vez que eficiencia económica y «por tanto debe ir más allá de las ideologías». Señala, por ejemplo, que el 25% de los viajes en coche del área metropolitana de Sevilla son de menos de 2 km y el 50% de menos de 5 km. «Eso implica un problema de eficiencia energética de gasto económico que hay que reflexionar sobre ello y más en estos tiempos de crisis energética». Pero cree que la sociedad está mucho más concienciada para este cambio tan necesario. Aunque recuerda que apostar en movilidad implica el problema de la financiación. «Es necesario contemplar recursos para desarrollar los servicios y las infraestructuras», resalta Julián Sastre. Otra de las dificultades que a veces existe «es la capacidad de los municipios pequeños, en definitiva, otro problema de gestión y recursos». Señala igualmente las mercancías, normalmente olvidadas, que generan una dificultad adicional. «Suelo decir que las mercancías importan y más desde el crecimiento del comercio electrónico, pero como no votan se olvidan», puntualizan.
Para potenciar esta nueva movilidad, Ramón Ledesma, asesor de PONS Mobility, considera que hacen falta decisiones. «La experiencia indica que la gobernanza municipal es clave en el desarrollo de la nueva movilidad. Las decisiones que hoy toman los municipios afectan no solo a una legislatura, si no que condicionan las siguientes», resalta. Y señala un dato. «Pese a la resistencia inicial en el debate público local, no existen peatonalizaciones que se hayan revertido. Las decisiones en la gobernanza de la movilidad cuestan, pero una vez tomadas nadie quiere volver atrás».
Indica también que los españoles están demandando, con sus hábitos de consumo, estas infraestructuras. «En 2015 se llegó por primera vez a la venta de un millón bicicletas en España. En 2021 fueron 1,5 millones. La demanda es creciente. Y con la demanda, las administraciones deben montar infraestructura para ello», explica Ledesma. Además, el pasado año varias ciudades licitaron el sistema de alquiler de patinetes y establecieron las condiciones para el ejercicio del carsharing. «La demanda es creciente».
Electrolineras
Cuando hablamos de la falta de penetración del coche eléctrico en España una de las preguntas más habituales es la de cuándo se va a producir el despliegue de las electrolineras tan esperado por los ciudadanos. «Dependemos mucho de que consigamos agilizar los trámites burocráticos para la ejecución. A día de hoy se instalan en general (no solo puntos de carga rápida en electrolineras) hasta 1.000 puntos al mes, pero sólo se activan un porcentaje muy inferior», indica Manuel de los Ojos.
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Recuerda también que existen centenares de puntos de alta potencia instalados esperando a que les llegue la energía para poder activarse y esta energía no llega porque los trámites se alargan entre 6 y 12 meses, en función de los casos. «Esto no puede ser así. Necesitamos la colaboración de todos para desbloquear esto y seguir avanzando en el objetivo a 2030», puntualiza. Reconoce que la presencia de infraestructura fiable motiva al usuario a dar el salto y siendo uno de ellos, asegura que «a día de hoy ya es posible viajar por España con total seguridad sin riego de quedarte tirado».
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