La UE apoya al Gobierno español y cree que logrará el 6% de déficit

Rehn, al contrario de lo que suele ser habitual, se mostó optimista al valorar las reformas anunciadas por el Gobierno español, entre las que destacó la reestructuración de las Cajas de Ahorro, el aumento de la transparencia del sistema bancario en su conjunto, las reformas laboral y de pensiones así como los cambios para aumentar los ingresos por la vía de la subida de impuestos y las privatizaciones y la reducción de los gastos con el recorte de las prestaciones para desempleados que se hayan quedado sin subsidio de paro.

Juncker llegó a asegurar que se había sentido impresionado por la determinación demostrada por el Gobierno español a la hora de poner en marcha las reformas que le había pedido Bruselas. Cabe recordar que la semana psada la propia Comisión Europea echó un jarro de agua fría sobre España al pronosticar que la economía española sólo iba a crecer un 0,7% en 2011, frente al 1,3% previsto por el Gobierno, y el déficit público se iba a situar en el 6,4% del PIB, frente al 6% previsto inicialmente por España. Algunos rumores apuntan a que estas diferencias hicieron al Presidente del Gobierno inclinarse por hacer el ajuste extra aprobado el viernes pasado.

En otro orden de cosas la reunión del Eurogrupo sirvió para que el Presidente del Fondo de Rescate creado en mayo para salir en auxilio de Grecia y después de Irlanda, Klaus Regling, explicara que el Fondo, que tiene calificación financiera de triple A, cuenta de momento con fondos suficientes para atender cualquier contingencia que se le presente ya que el rescate de Irlanda ha supuesto un quebranto de tan sólo el 10% del total.

Otro de los grandes debates de la noche fue el de la posibilidad de emitir eurobonos. Juncker, junto con el titular italiano de Finanzas, Giulio Tremonti, propuso crear los mencionados eurobonos pero Alemania rechazó de plano la propuesta con el argumento de que el actual Fondo de Rescate, creado en mayo con una dotación de 750.000 millones, tiene dinero suficiente para atender las necesidades para las que fue creado.

Una de las razones de la oposición de Alemania a estos eurobonos, además del argumento de que los actuales Tratados no los permiten, es que de ponerse en marcha supondría que pagaría su financiación más cara de lo que lo hace en la actualidad, ya que el tipo de interés de esos títulos de deuda europeos sería una media europea y, como es sabido, Berlín paga mucho menos por su deuda que otros países del sur de Europa.

Juncker y Tremonti explicaron que su idea es crear una Agencia Europea de Deuda que se encargara de emitir los eurobonos del conjunto de la Unión Europea, de modo que se mutualizarían los riesgos y se protegería más a los países más débiles.

Además de Alemania, Austria ha mostrado sus reservas al planteamiento de estos eurobonos. Por parte española, la ministra de Economía, Elena Salgado, aseguró en relación al debate abierto que era «una posibilidad a explorar pero no de manera inmediata».

Desde la Comisión Europea su Presidente, José Manuel Durao Barroso, recordó de manera oportuna que los eurobonos son una idea antigua sobre la que «nunca ha sido posible llegar a un acuerdo a nivel político, con lo que antes de pronunciarme sobre ella habría que ver si es posible lograr un consenso a nivel político».

El BCE sigue de compras

Por su parte, el Banco Central Europeo comunicó ayer que en la última semana ha comprado títulos de deuda de países de la Eurozona por importe de 1.965 millones, frente a los 1.345 millones de la semana anterior.

Sin embargo, y pese a lo elevado de la cifra, ésta no incluye aún las medidas extraordinarias anunciadas por el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, el pasado jueves con lo que cobra mayor interés el dato que hará público la propia institución el próximo lunes y en el que se reflejará el esfuerzo de los pasados jueves y viernes. Desde mayo el BCE ha comprado deuda de países europeos más débiles a nivel fiscal por importe de 69.000 millones.