El euríbor roza su techo en el 4% y presagia el resurgir del tipo variable
Los consumidores prefieren aún créditos a fijo, pero esta cota podría hacer variar la tendencia
DESTRIPANDO EL EURÍBOR, EL ÍNDICE QUE DESVELA A MILLONES DE ESPAÑOLES
Edificios en construcción en la capital de España
El euríbor muestra signos de frenazo desde principios de año. Tanto, que en mayo el incremento final será casi testimonial, en torno a una décima, cuando ha habido subidas de casi un punto en algún mes de 2022. Esos signos de estancamiento coinciden con ... lo que esperan buena parte de los analistas: que el techo del índice al que se referencian la mayoría de las hipotecas en España esté en el 4% o solo ligeramente por encima.
El mes de mayo, a falta de los últimos tres días, cerrará en el entorno del 3,86%. Esto son 0,11 puntos porcentuales más que en abril. Y ese mes el alza fue de 0,11 puntos, en marzo de 0,11 y en febrero de 0,19. Así, de enero a mayo el incremento del euríbor ha sido de medio punto nada más, cuando en el mismo periodo del año pasado el aumento llegó casi a las ocho décimas.
Los datos evidencian que el euríbor ya apenas sube porque el techo está ahí o muy cercano. El momento de dispararse fue el ejercicio pasado, cuando inició el año en el -0,5% y lo terminó por encima del 3%. Además, septiembre de 2022 fue el de mayor incremento interanual de la serie histórica en casi un punto.
¿Por qué se produjo en 2022 un alza tan pronunciada y ahora se frena? La explicación está en los tipos de interés oficiales del Banco Central Europeo (BCE). A principios de año, el euríbor, que suele adelantarse a los acontecimientos, ya descontaba que el supervisor financiero subiría los tipos por primera vez en once años. En julio llegó el incremento de tipos del BCE en medio punto; después las subidas se aceleraron en siguientes reuniones hasta los 0,75 puntos; ahora, en mayo la institución ha relajado el ritmo hasta un alza de 0,25 puntos.
El índice al que se referencian las hipotecas en España ha seguido bastante de cerca los movimientos del BCE. Ahora, el precio del dinero se ubica en el 3,75% y el euríbor descuenta que la organización dirigida por Christine Lagarde lo llevará al menos al 4%, pero tampoco mucho más allá, quizás al 4,25%. Algo por lo que abogan también los expertos. De ahí que los analistas coloquen el techo del euríbor en ese 4% o ligeramente por encima, pero no algo excesivo.
El panel de previsiones de Funcas, que aúna a 18 servicios de análisis, correspondiente a mayo, señala que «el euríbor a un año rozaría el 4% a finales de 2023, para descender posteriormente hasta situarse por debajo del 3,5% a finales de 2024». Un indicador en el que también coinciden fuentes bancarias consultadas por este periódico, pero en todo caso ese dato, o algo mayor, es el tope que barajan por el momento los analistas.
Santiago Carbó, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia y director de Estudios Financieros de Funcas, señala que todavía el euríbor puede tener algo de recorrido alcista ya que el BCE podría llegar a subir los tipos dos veces más. Aún así, apunta a ese 4% a cierre de año y luego una bajada en 2024.
Algunas instituciones como Bankinter rebajan el dato al cierre del año y auguran que acabará 2023 en el 3,5% y en 2024 en el 3%. Caixabank Research es incluso más optimista, y vaticina que terminará en el 3,44% este ejercicio y en el 2,56% el siguiente, aunque en cuestión de días actualizarán sus estimaciones ya con los últimos datos disponibles.
Relacionado con todo ello, las cifras del euríbor que se llevan viendo desde hace un año, con incrementos continuos, se traducen en cuotas hipotecarias más altas. Por ejemplo, en un préstamo medio de 150.000 euros, a 25 años y a un interés de euríbor de mayo de 2022 más el 1% de diferencial, la cuota que resulta es de 585,01 euros.
Tomando como referencia ese mismo préstamo pero con el euríbor del mes de mayo de 2023 (3,86%), la cuota que sale es de 864,7 euros. Esto son 279,7 euros más al mes, lo que anualmente son 3.356 euros más.
Así las cosas, en términos relativos, el incremento del euríbor de mayo para quienes les toque revisar su hipoteca conforme al dato de este mes pagarán un 47,8% más que hace un año. Una cantidad que ha ido subiendo con el paso de los meses pero que ya debería estancarse si el euríbor toca techo en el 4% esperado.
Cambio de tendencia
El hecho de que el euríbor se estabilice también puede suponer un giro en el tipo de interés al que se firman las hipotecas en España, ya que hasta la fecha podía considerarse una incertidumbre dónde se detendría el índice de referencia para estos préstamos. En este sentido, ahora alrededor de un 65% de las nuevas firmas de créditos hipotecarios se producen a tipo fijo, algo llamado a variar.
Ese porcentaje ha bajado ligeramente desde el 75% de hipotecas fijas que se rubricaban hasta hace pocos meses en 2022, pero la banca lleva tiempo ya haciendo fuerza para que los clientes se decidan más por el tipo variable. Por el momento los consumidores han rechazado el tipo variable y eso podría cambiar en próximos meses, según fuentes del sector.
Los bancos españoles están ofertando tipos fijos con un interés ya superior al 4% en muchos de los casos, pero incluso en esa cantidad o algo inferior sigue siendo predominante entre los clientes, que llegan a las oficinas pidiendo fijo. La elección del esta tipología obedecía hasta ahora a que no había techo conocido ni claro para el euríbor, con lo que los usuarios optaban por la seguridad frente a la incertidumbre, ya que el interés a variable no es solo el euríbor sino que también hay que sumarle un diferencial que ronda el 1 o 1,5%.
Con este techo esperado del 4% para el euríbor y con la previsión de una ligera bajada en 2024, fuentes bancarias confirman que es probable que ahora sí los consumidores se decanten ya más por el variable ante la expectativa de que la subida que queda del índice es mínima y que en 2024 bajará. Y con estos mimbres, la tendencia es que las entidades financieras sigan encareciendo el tipo fijo para desincentivarlo cada vez más. Asimismo, esto coincidirá con el enfriamiento del mercado hipotecario porque si los créditos –no solo para la compra de vivienda, sino en general– son más caros que hace un año, la demanda se reduce como reacción, algo que ya está ocurriendo.
Aun así, la experiencia histórica indica que los tipos fijos, durante toda la vida de una hipoteca, solo salen más rentables en los casos que el interés es inferior al 3%. En el momento en que el tipo fijo que ofrecen supera el 3%, el variable resulta más beneficioso, ya que el euríbor medio histórico se encuentra alrededor de esa cifra.