Uno de cada cinco trenes AVE de Renfe sufrió algún retraso el año pasado

Según Renfe, sacando a Cercanías de la ecuación, el 12,49% de los trenes del operador público salieron de su estación de origen con retraso, un porcentaje que se incrementa sustancialmente cuando se tienen en cuenta las demoras a la llegada, que representan a los retrasos reales, y son los que se indemnizan cuando se rebasan los 60 minutos. El operador público apunta a que el 18,49% de los trenes AVE y Larga Distancia sufrieron el año pasado alguna demora inferior a los 60 minutos, mientras que el 1,33% se retrasaron entre 60 y 119 minutos y el 0,45% rebasaron las dos horas de atraso.

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Raúl Masa

En este punto, Renfe también disgrega los datos correspondientes a los corredores que compite con Ouigo e Iryo, que son el Madrid-Barcelona, Madrid-Levante y Madrid-Andalucía. En ellos, la ferroviaria asegura que el 16,66% de los servicios se retrasó en un tiempo inferior a una hora; el 0,61% lo hizo entre 60 y 119 minutos y el 0,19% 120 minutos o más.

En cuanto a servicios cancelados, Renfe los cifra en el 0,55% del total de los AVE y larga distancia y el 0,26% de los de Media Distancia y Alta Velocidad. En Cercanías, la cifra sube al 2,40% aunque en ningún caso expone el cuadro de motivos de estas anulaciones de viaje.

Los datos se conocen cuando hay una ofensiva parlamentaria para recuperar el histórico compromiso de puntualidad que Renfe eliminó en el verano de 2024 para «adaptarse a la nueva realidad del mercado ferroviario» y por el cual se compensaba al pasajero con el 50% del precio del billete a partir de los 15 minutos de demora y con el 100% a partir de los 30 minutos. Desde el 1 de julio de 2024, son necesarios 60 minutos de retraso para indemnizar al pasajero con la mitad del billete y 90 minutos para reintegrar la totalidad, el exigido por la normativa española. Así las cosas, el PP presentó hace dos semanas una proposición no de ley (PNL) para instar al Gobierno a recuperar «de forma inmediata los compromisos de puntualidad y devoluciones en los servicios de alta velocidad y larga distancia».

La memoria del ejercicio 2024 de Renfe fue hecha pública ayer por la compañía junto a sus resultados, que si bien ofrecieron una notoria mejoría, no sirvieron para sacar al operador de los números rojos. La ferroviaria del Estado logró recortar sus pérdidas en 118,6 millones durante 2024 hasta obtener un resultado negativo después de impuestos de 2,9 millones de euros, frente a los 121,5 millones de 2023.

Es un avance que logró gracias a los buenos números obtenidos por Renfe Viajeros, la sociedad bajo la que se explota los servicios comerciales, que obtuvo un beneficio superior a los 5 millones de euros. De hecho, el operador dependiente del Ministerio de Transportes, atribuye el avance al récord histórico de viajeros transportados, más de 535 millones, su récord, gracias al que ha obtenido un beneficio operativo (ebit) de 68,6 millones de euros, frente a las pérdidas de 83,3 millones de 2023.

Según Renfe, los servicios AVE y la Larga Distancia «han sido el motor de este avance», tras crecer un 14,4% en el número de pasajeros y obtener unos ingresos de 1.366 millones de euros. En total, los ingresos del grupo alcanzaron los 1.923,6 millones de euros, un 5,3% más que en 2023. A destacar también el avance del negocio internacional del operador estatal, integrado en Renfe Proyectos Internacionales, que ingresó 87 millones «con un peso clave del Haramain», la línea de alta velocidad que une La Meca y Medina.

El negocio a nivel grupo, sin embargo, se vio lastrado por la filial de mercancías con un resultado negativo de alrededor de 50 millones de euros. La ferroviaria del Estado asegura que esta filial se encuentra «en pleno proceso de transformación» y se ha lanzado un plan de modernización de flota con apoyo de fondos europeos, «que permitirá, además de reducir las emisiones, ganar competitividad».

En cuanto a la plantilla del grupo, esta se situó de media en los 19.861 empleados, un 2,3% más que en 2023, «con avances en los planes de jubilaciones parciales y desvinculaciones voluntarias», según ha recordado el operador.