posición china
China hace oídos sordos a las peticiones para que aprecie del yuan
Consciente de la fuerza que le da su vasto mercado, Pekín se ampara en sus reservas de divisas para no apreciar su moneda
PABLO M. DÍEZ
El presidente de China, Hu Jintao, acude a la cumbre del G-20 como “el hombre más poderoso del mundo” . Aunque no ha sido elegido por sus compatriotas, así lo acaba de nombrar la prestigiosa revista económica “Forbes” porque lleva al país más ... poblado de la Tierra camino de convertirse en la nueva superpotencia que rivalice con Estados Unidos .
Con todos los gobiernos y las empresas del globo deseando hacer negocios en China, ya sea produciendo en la “fábrica global” o vendiendo en un quimérico mercado de más de 1.330 millones de habitantes, a Hu Jintao cada vez le tose menos gente. Por eso, hará oídos sordos a las peticiones de sus colegas para que aprecie el yuan, que ya parecen ruegos en lugar de presiones.
En un gesto de buena voluntad, Pekín ha permitido que el “renminbi” se aprecie hasta los 6,63 yuanes frente al dólar, su nivel más alto desde la revaluación llevada a cabo en julio de 2005. Pero el gobernador del Banco Popular Central, Zhou Xiaochuan, ya ha dejado claro que se opone a una “terapia de choque” para apreciar el yuan , insistiendo en que se moverá gradualmente hacia un punto de “equilibrio”.
Miedo al desempleo
Más irónico se ha mostrado el presidente del Banco de Exportaciones e Importaciones, Li Ruogu, quien ha advertido de que una apreciación del yuan provocaría una pérdida masiva de empleos que llenaría Occidente de inmigrantes chinos. “Si no están preparados, no presionen a China para revaluar su moneda, porque no puede solucionar sus problemas”, dijo en una conferencia en Pekín.
Los analistas más críticos acusan al Gobierno chino de mantener su moneda hasta un 40% por debajo de su valor para favorecer así sus exportaciones , que llevan disminuyendo cinco meses por la caída del consumo en Occidente pero siguen provocando superávits multimillonarios.
“El yuan devaluado no es el mayor problema, sino los excesivamente bajos tipos de interés, que son muy difíciles de reajustar”, explicó a ABC Michael Pettis, profesor de Economía de la Escuela de Negocios Guanghua de Pekín. A su juicio, “China se encuentra en una trampa parecida a la que sufrió Japón a mediados de los 80, con un alto crecimiento insostenible que fue seguido luego por un duro periodo de ajuste”.
Como represalia por la inyección de 600.000 millones de dólares (425.000 millones de euros) en la economía americana comprando bonos del Tesoro, la agencia china de “rating” ha rebajado la deuda de dicho país. Un gesto simbólico, pero nada inocente porque Pekín posee las mayores reservas de divisas del mundo, con 2,4 billones de dólares (1,7 billones de euros), sobre todo en títulos emitidos por la Reserva Federal.
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