El BCE pasa a la fase de preparación para poder implantar el nuevo euro digital
La institución ha concluido el periodo de investigación que tenía como objetivo «analizar las opciones de diseño y los posibles modelos de distribución»
El BCE prepara un nuevo euro digital que revolucionará la forma de pagar nuestras compras

Se trata de un paso preliminar, pero sin duda decisivo. El consejo de gobierno del BCE ha dado luz verde a la denominada fase de preparación del euro digital, tras la conclusión de los dos años de la fase de investigación, que incluirá la finalización del reglamento y la selección de proveedores para desarrollar la plataforma y la infraestructura. Sobre la base de las conclusiones de la investigación, detalladas ahora en un informe, el BCE ha diseñado un euro digital que será distribuido por los bancos al final del proceso.
Será «una forma digital de efectivo que podría utilizarse para todos los pagos digitales y en toda la zona del euro; ampliamente accesible, gratuito para uso básico y disponible tanto online como offline; sujeto al más alto nivel de privacidad y que permitirá a los usuarios liquidar pagos instantáneamente en dinero del banco central». «Podrá utilizarse de persona a persona, en el punto de venta, en el comercio electrónico y en transacciones gubernamentales», dice el comunicado emitido por el BCE, que añade que «ningún instrumento de pago digital ofrece todas estas características y el euro digital llenará ese vacío».
La siguiente fase comenzará el 1 de noviembre y durará inicialmente otros dos años más. Implicará pruebas y experimentación para desarrollar un euro digital que cumpla tanto con los requisitos del Eurosistema como con las necesidades de los usuarios, por ejemplo en términos de experiencia de usuario, privacidad, inclusión financiera y huella ambiental.
Después de esos dos años, a partir de 2025, y una vez completado el proceso legislativo de la Unión Europea, el BCE tomará la decisión definitiva sobre el lanzamiento del euro digital y tendrá en cuenta cualquier ajuste necesario en el diseño, como resultado de las deliberaciones legislativas. «Necesitamos preparar nuestra moneda para el futuro», insiste Christine Lagarde, presidenta del BCE, al tiempo que añadía que «concebimos un euro digital como una forma digital de efectivo que pueda utilizarse para todos los pagos digitales, de forma gratuita y que cumpla con los más altos estándares de privacidad. Lagarde garantiza que el euro digital «conviviría con el efectivo físico, que siempre estará disponible y no dejará a nadie atrás» y que «hará de la protección de datos una prioridad».
El Eurosistema, aclara, no podrá ver los datos personales de los usuarios, asegurando así el anonimato, ni vincular la información de pago con individuos, logrando así en su opinión «un nivel de privacidad similar al del efectivo para pagos fuera de línea».
El euro digital promoverá, por otra parte, la resiliencia, la competencia y la innovación en el sector de pagos europeo. Este es al menos el juicio del BCE, que percibe como una necesidad poner a disposición de los europeos una solución de pagos para la zona del euro bajo una gobernanza europea. Dependerá de su propia infraestructura y proporcionará una plataforma sobre la cual los intermediarios podrán crear servicios paneuropeos para sus clientes, aumentando la eficiencia, reduciendo costes y fomentando la innovación.
«A medida que la gente elige cada vez más pagar digitalmente, deberíamos estar preparados para emitir un euro digital junto con el dinero en efectivo», afirma por su parte Fabio Panetta, miembro del comité ejecutivo del BCE y presidente del grupo de trabajo de alto nivel sobre un euro digital, que está convencido de que «un euro digital aumentará la eficiencia de los pagos europeos y contribuirá a la autonomía estratégica de Europa».
Funcionamiento
Los usuarios accederemos a los servicios del euro digital a través de la aplicación y la interfaz en línea patentadas de su proveedor de servicios de pago, o mediante una aplicación del euro digital proporcionada por el Eurosistema. Las personas sin acceso a una cuenta bancaria o dispositivos digitales también podrían pagar con euros digitales, por ejemplo utilizando una tarjeta proporcionada por un organismo público, como podría ser una oficina de correos. También podremos cambiar euros digitales por efectivo o viceversa en los cajeros automáticos.
Asimismo, un modelo de compensación entre intermediarios y comerciantes garantizará que existan incentivos para que los intermediarios distribuyan euros digitales, como es el caso de otros instrumentos de pago electrónico, y que existan salvaguardias adecuadas contra cargos de servicio excesivos para los comerciantes, siempre según el comunicado del BCE. El Eurosistema correrá con sus propios costes, incluidos los relacionados con la gestión del plan y el procesamiento de la liquidación, y será gratuito para los usuarios a nivel básico.
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