El abismo entre el potencial y la realidad de la IA en la empresa
Esta tecnología está aún muy lejos de las mejoras en la competitividad que podría ofrecer por la insuficiente inversión y la falta de visión global en su aplicación
Alberto Velázquez
MADRD
El recorrido de la Inteligencia Artificial (IA) ya está en marcha, pero requiere de un decisivo impulso para repercutir positivamente en la acción de empresas e instituciones y, por lo tanto, en la sociedad. Así se recoge en el informe de Accenture 'El arte de ... la madurez de la IA: de la práctica a los resultados', en el que se destaca (a través de la consulta a 1.200 empresas en todo el mundo) cómo «la IA ya está cambiando nuestra forma de vivir y trabajar, pero muy pocas organizaciones aprovechan su potencial».
Una de sus principales conclusiones destaca cómo solo el 12% de las organizaciones en todo el mundo están utilizándola para impulsar el crecimiento. Una opción que, como destaca Rodrigo Álvarez, managing director de Inteligencia Aplicada de Accenture en España, Portugal e Israel, hace que la empresas «líderes de IA vean aumentar sus ingresos hasta un 50% más que otras organizaciones y obtienen mejores resultados en experiencia del cliente y sostenibilidad». Las previsiones de la consultora apuntan a un 27% en 2024.
Álvarez destaca la esencia de esta aplicación tecnológica: «Ya no es una capacidad, es parte del negocio, que genera impacto y valor y que, por lo tanto, necesita refuerzo en la inversión». El 'liderazgo' en este ámbito supone situarse al frente de la fila, gracias a la habilidad para pasar de las pruebas piloto, de concepto, a su directa implementación en el día a día de las empresas y a las operaciones más críticas. «Los datos (añade) tienen que estar bien gobernados, con buena trazabilidad, transparencia, etc».
En todo caso y momento, el estudio, define, además, cinco factores de éxito para los líderes de la IA: defender su aplicación, invertir en ella, industrializarla, diseñarla con responsabilidad y priorizas inversiones a corto y largo plazo.
Gobernar los datos
En este contexto, la secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carme Artigas, ha presentado recientemente en Bruselas el nuevo 'sandbox' regulatorio del Reglamento de Inteligencia Artificial (o el 'AI Act'). Una actividad alineada con la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial, uno de los ejes de la Agenda España Digital y uno de los componentes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la economía española, «para mejorar la preparación del tejido productivo español de cara a impulsar su competitividad en el plano europeo e internacional».
Esta estrategia, que comprende desde los aspectos más técnológicos al 'Human-Centered AI', el enfoque humanista (incluso para reducir la brecha de género, la brecha digital, apoyar la transición ecológica y la vertebración territorial), incluye inversiones como los más de 330 millones de euros para poner en marcha proyectos como la creación de una Red de Excelencia en Inteligencia Artificial y los Programas de Lenguas accesibles.
En el caso de la Comunidad de Madrid ha anunciado este año la creación de cuatro 'clusters' tecnológicos, y uno de ellos, en Leganés se dedicará al desarrollo y aplicación de la IA. Como comentó durante la presentación del proyecto Carlos Izquierdo, consejero de Administración Local y Digitalización: «La IA desempeña un papel fundamental en el inicio de la Cuarta Revolución Industrial, en la que ha cambiado nuestra forma de vivir, trabajar y la manera en la que nos relacionamos».
A formarse
Las instituciones públicas y privadas apuran sus programas para estar al día en las exigencias de esta aplicación tecnológica. Así sucede con la Universidad Politécnica de Madrid, como resume Javier Bajo, director del Centro de I+D+i en Inteligencia Artificial (Escuela Tecnica Superior de Ingenieros Informáticos): «Si nos centramos en el ámbito empresarial, en el corto plazo, la solución adoptada es la de incorporar técnicas de IA sobre el modelo actual, tomando en algunas ocasiones decisiones estratégicas orientadas a transformar el modelo de negocio y obtener una ventaja competitiva. A día de hoy, la mayor parte de las empresas optan por incorporar ciertas áreas o tecnologías de IA para resolver problemas específicos, pero son soluciones particulares y no suele existir conexión entre ellas».
Como destaca Bajo, en muchos casos se define como IA algo que, en realidad, no lo es. De ahí la importancia de la formación en instituciones públicas como la referida (másteres incluidos) o en privadas como la emprendida por la escuela de negocios ISDI, que ha firmado un convenio con IBM para crear la Cátedra de Big Data e Inteligencia Artificial.
Vista al futuro
En el caso de la grandes compañías, IndesIA, la asociación española de inteligencia artificial para la industria, a la que se ha sumado Inditex, se ha unido este mes a Gaia-X, 'hub' internacional de la 'economía del dato' y la IA, con más de 400 organizaciones. Un ecosistema, como señalan sus responsables, «que ayuda a identificar los requisitos pertinentes de los usuarios, a conceptualizar los casos de uso y a agrupar las iniciativas nacionales».
IndesIA ha organizado en marzo su primer Foro, dedicado al impacto de los datos y la IA en la industria española, donde se estimó un impacto en el PIB de 16.500 millones de euros en 2025. Un desafío evaluado en esta cita por grandes compañías representantes de la energía, las telecomunicaciones y la tecnología, las infraestructuras… todas, parte de nuestra vida, todas necesitadas de una eficiente aplicación de la Inteligencia Artificial.
Algoritmos colectivos y con alma creativa
Rodrigo Álvarez destaca cómo la aplicación de la Inteligencia Artificial ya mejora, a través del análisis de la información, los índices de sostenibilidad de muchas compañías: «Puede generarse un beneficioso impacto sostenible, por ejemplo, para reducir la huella de carbono». Algo más que tecnología y meros datos y algoritmos, ya que como subraya el especialista de Accenture: «El talento científico debe combinarse con capacidades internas para poder trabajar con el resto de equipos de trabajo, y estos últimos deben tener conocimientos en este sentido, en el conocimiento de negocio, algo que debe contemplarse en la formación, tanto la académica como la propia impartida 'in company'». Y siempre, la creatividad será una parte importante del proceso, a la hora de evaluar la ingente cantidad de dato, en un entorno de trabajo que implica a la empresa en su conjunto.
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