Salgado cambia otra vez la cúpula de Hacienda en plena campaña de renta

También el año pasado la vicepresidenta eligió el comienzo de la campaña de renta para cambiar al director de la Agencia Tributaria. En abril de 2010 Juan Manuel López Carbajo sustituía a Luis Pedroche al frente de la institución.

Carlos Ocaña ha estado al frente de la Secretaría de Estado de Hacienda durante más de cinco años, desde marzo de 2006. Llegó al Gobierno de la mano de Pedro Solbes, pero a diferencia del entonces secretario de Estado de Economía, David Vegara, Ocaña aceptó la propuesta de Elena Salgado y se mantuvo en el Ministerio de Economía. Estos dos últimos años han sido probablemente los más duros de su mandato.

Fue el encargado de diseñar y negociar el nuevo sistema de financiación autonómica y más tarde de recortar el déficit y meter en cintura a comunidades y ayuntamientos. Aunque sus propuestas iniciales han sido a menudo matizadas por Salgado o directamente descafeinadas por Moncloa.

Su nombre sonó con fuerza hace un mes para presidir la CNE, un cargo que se adecuaba a su experiencia profesional, pero las críticas y el rechazo del principal partido de la oposición, le llevaron a buscar otra salida menos política del Ejecutivo. Después del verano probablemente ocupará la dirección de las cajas de ahorros, Funcas, en sustitución de Victorio Valle.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó que Ocaña había pedido el relevo hace «algún tiempo» y negó que el cambio esté relacionado con el trato a las finanzas de las comunidades.

Pero lo cierto es que la salida de Ocaña se produce a tan solo unos meses del cierre de la legislatura y en un momento crítico para España, en el que los ojos de toda Europa, de los inversores y de los organismos internacionales están puestos en nuestras cuentas públicas.

Juan Manuel López Carbajo es un hombre de confianza de Salgado y tendrá una difícil tarea para estos pocos meses de mandato: cumplir y hacer cumplir el objetivo de déficit público. Meter en vereda a las autonomías y a los ayuntamientos no será una cuestión baladí, y si hay desviaciones en sus manos estará también el diseño de nuevas subidas de impuestos o recortes de gasto. Además, en unos días deberá empezar con el diseño de los Presupuestos para 2012, unas cuentas que finalmente ejecutará el próximo gobierno. El techo de gasto será aprobado en breve.

En cuanto a su sucesor al frente de la Agencia Tributaria, José María Meseguer, inspector de Hacienda, le queda concluir la campaña de renta, una tarea que conoce bien por ser un hombre de la casa.