Los voluntarios de La Caixa han atendido a más de un millón de personas en diez años

«Yo creo que ambas circunstancias, crisis y cada vez más voluntarios, son las razones de que haya aumentado tanto el número de beneficiarios», asegura a ABC Lluís Romeu, presidente de la Federación de Asociaciones de Voluntarios de La Caixa. En su opinión, los empleados de la entidad «están muy sensibilizados». Pero como no pueden atender esta actividad durante la jornada laboral, «hemos visto un aumento muy importante del compromiso y protagonismo que asumen los que ya se han jubilado. Conocen el programa y cuando les queda un mes para jubilarse, obtienen toda la información que necesitan y se apuntan», afirma orgulloso Lluís Romeu. «Esto ha sido muy frecuente en 2015 y también lo es en lo que llevamos de 2016». Sin embargo, el 70% de los voluntarios son empleados en activo, «más meritorio, si cabe, ya que desempeñan esta actividad tras su jornada de trabajo».

Una vez que se han apuntado, reciben una formación general acerca de los compromisos que adquieren. Y una formación específica dependiendo de cuál va a ser la actividad: acompañar mayores que van en silla de ruedas, a pequeños, a niños con síndrome Down... «Intentamos cubrir todas las necesidades que se dan».

La crisis ha hecho estragos en amplios sectores de la sociedad, y las consecuencias las siguen padeciendo muchos. «Hay mucha gente de cierta edad que necesita acompañamiento. Por desgracia, cada vez hay más gente que se siente sola, que no tiene medios y a la que hay que acompañar a un comedor social», lamenta. La Caixa tiene una estrecha relación con el Banco de Alimentos y en mayo hará por toda España una campaña de recogida de leche para niños ya que el stock ha bajado. Podrá entregarse en sus oficinas.

Los voluntarios disponen de colaboradores reclutados en el entorno. «Le llamamos el voluntariado familiar. Cuando se trata de hacer alguna actividad el viernes por la tarde, el sábado o el domingo, contamos con que se traen a su familia. Si es alguna actividad con niños, pues se llevan a sus propios hijos, y juegan juntos».

Se cuenta también con voluntarios suplentes, que garantizan que los menús que elaboran una serie de hoteles, los hay de cuatro estrellas, llegue cada día a los comedores sociales. No es comida que sobre, sino elaborada expresamente para gente necesitada. «Que llegue la comida a esa gente depende de nosotros. No podemos fallar. Sería trágico que por cualquier circunstancia esa gente se quedara sin comer».

En definitiva, en 2015 fueron 1.532 las actividades de los voluntarios, es decir, supuso un aumento del 29%.