La solución está ahí fuera

Recuperar la confianza de los mercados internacionales para volver a la senda de la prosperidad es misión prioritaria y potenciar la marca país se ha convertido en una inversión imprescindible de futuro. ¿Cómo potenciar la marca España?¿Quién puede hacerlo mejor? Hablar de Inditex, Banco Santander, BBVA, Iberdrola, Repsol, Telefónica, Acciona, Leche Pascual, García Carrión, Gallina Blanca, Osborde, Sol Meliá, Gallo, Pescanova... es hablar de marca España y de éxito empresarial, pero también del éxito de un país, porque la imagen de las empresas no se puede separar de la imagen del país y la imagen del país va irremediablemente ligada a la de las empresas, ahora la mejor carta de presentación.

La fuerza exterior de España es indiscutible. Cuatro de las entidades financieras más solventes del mundo, y dos de las principales aseguradoras mundiales son españolas; una de las cinco mayores compañías de telefonía del mundo es española; tres de cada cinco vuelos mundiales están controlados con sistemas de navegación aérea españoles; dos de las diez principales empresas de energías renovables del mundo son españolas y siete empresas españolas construyen y/o gestionan el 40% de las concesiones mundiales de aeropuertos, puertos y autopistas.

Pero España también es el líder mundial de distribución y moda (Inditex Adolfo Domínguez, Pedro del Hierro, Roberto Verino, Mango...) y tres de los cincuenta mayores «retailers» del mundo tienen el cartel de españoles. Destacable es que nuestro país está en la cúspide mundial en producción de agua desalada, es el primer fabricante de revestimientos, segundo de vehículos y octavo de componentes a nivel mundial... Y así hasta el infinito porque estos son solamente algunos de los datos facilitados por el Foro de Marcas Renombradas Españolas. De ellos se deduce el claro liderazgo de las marcas nacionales en varios y diferentes sectores económicos del mundo. Ahí está el caso de las catalanas Freixenet, Abertis o Tous o el de las andaluzas Abengoa, Cosentino o Inés Rosales, entre otras muchas más.

Y es que las empresas españolas, sobre todo las de mayor tamaño, siguen luchando por abrirse paso en el exterior pese a los tiempos de crisis. Con mayor o menor esfuerzo, nuestro tejido empresarial sigue invirtiendo, haciendo negocio y vendiendo sus productos en medio mundo, aunque la factura de la crisis haya hecho que lo hagan a mejor intensidad.

La inversión española en el exterior está dando sus primeras señales de desaceleración. Según un informe realizado por el ICEX y Esade, la inversión cayó un 26,9% en 2011. Las empresas españolas que invierten fuera han comenzado a disminuir su inversión, y otras han decidido dejar de hacerlo. La caída ha sido del 86,3% con respecto al pico alcanzado en 2007.

La crisis también ha marcado diferencias en los flujos de financiación. Si tradicionalmente las empresas solían ir desde el seno de la matriz hacia sus filiales y participadas en el exterior, hoy el esquema es al revés. Y la razón es simple: a causa de la restricción del crédito en España. Así, la financiación neta de las filiales a las empresas españolas alcanzó los 16.500 millones de euros. A eso se le sumaron otros 8.500 millones procedentes de reducciones de capital en las subsidiarias.

Pero pese al vendaval, al impulso exterior de las compañías con más músculo financiero, se ha unido en los últimos años una corriente empresarial que pasito a pasito se está abriendo camino a base de empeño e innovación para seguir compitiendo y creciendo. Ahí están los casos de la creativa Imaginarium, la sevillana 100 Montaditos, Lizarrán...Un rosario de empresas mira al exterior en buscar de las soluciones, por ejemplo, de financiación que no encuentran dentro.

Hablar de comercio exterior es hablar de cifras y de cifras que acompañan. Solo en 2011, las exportaciones españolas supusieron el 20% del PIB español. Un dato que se asienta en el número de empresas españolas que deciden ampliar su actividad al negocio exterior, pero también las que están empezando. A septiembre de este año, el número de nuevas empresas españolas que ha ampliado su actividad al mercado exterior creció más de un 12% en 2011. ¿Destino? El interés fue creciente por los mercados emergentes y especialmente los Brics (Brasil, Rusia, China, la India y Sudáfrica).

¿Péro cuántas son las empresas que venden fuera sus productos? Casi 123.000 compañías españolas se contabilizaron el pasado año como exportadoras, según datos oficiales. La otra cara de la moneda está en que una parte del tejido empresarial no ha podido sortear la crisis. En 2011 había 37.250 compañías que exportaban regularmente (durante cuatro años consecutivos), un 3,9% menos que en 2010, según el ICEX.

¿Qué tipo de empresas está resistiendo mejor el envite de la crisis? Resistir mejor ante la crisis va irremediablemente unido a salir a los mercados exteriores. Según un informe del Banco de España que analiza el perfil de la empresas españolas internacionalizadas, las de mayor tamaño, las más eficientes y las que han invertido en el exterior y tienen mejor posición financiera son las que están resistiendo mejor la crisis. Cada vez están teniendo mayor papel en este caso las pymes, como lo demuestra el hecho de que se ha producido un fuerte crecimiento del número de servicios individualizados en las oficinas comerciales que el ICEX tiene en el exterior. Las consultas se han duplicado en el primer semestre.

¿Y cómo han evolucionado las ventas españolas al exterior? Hasta el pasado mes de julio las exportaciones totales de España alcanzaron un valor de 129.574,6 millones, un 3,7% más que en el mismo período de 2011, año en el que las ventas al mundo crecieron el 15,4% frente a 2010.