Sánchez trata de desautorizar al INE con un foro para cambiar el concepto de PIB

El Gobierno, pese al hachazo de Estadística y los analistas, no ha variado un ápice su 6,5% de crecimiento esperado para 2021 y 7% para 2022 . Y bajo el escenario de críticas por el inmovilismo del Ejecutivo, ahora han tratado de acallar las reprimendas nacionales e internacionales con un foro para darle un nuevo aire al concepto de PIB.

El Ministerio de Asuntos Económicos de Nadia Calviño ha organizado un foro para debatir sobre cambiar el concepto de PIB, porque consideran en La Moncloa que este indicador se ha quedado obsoleto para medir el alza económico. Tanto la vicepresidenta y ministra económica como el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, consideran que este indicador cuenta con múltiples carencias. Es por ello que han instado a revisar el concepto.

Para dotarse de mayor legitimidad, el Gobierno ha invitado a este foro a diversas personalidades reconocidas en el mundo económico. El evento ha contado con el Nobel de Economía Joseph Stiglitz; la vicepresidenta del Banco Mundial, Carmen Reinhart; Mathias Cormann, secretario general de la OCDE; y Paolo Gentiloni, comisario europeo de Economía.

Todos ellos han coincidido y arropado al Gobierno en la necesidad de actualizar el término PIB , e incorporar nuevas métricas que recojan otros aspectos que tengan que ver, por ejemplo, con el bienestar social, la sostenibilidad medioambiental, la digitalización, etc.

Sánchez, asimismo, ha destacado que actualmente el PIB no recoge en esencia aspectos como la sostenibilidad, la desigualdad social... unas palabras muy similares a las pronunciadas por la vicepresidenta Calviño, quien ha ahondado en que la medición de la economía se ha quedado obsoleta bajo el término PIB. Con todo, ha explicado que lo que se busca no es que haya un número mágico.

La intención del Ejecutivo de basar sus estimaciones en métricas distintas a las de Estadística son una realidad . Sánchez ha recordado en este sentido que en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2022 ya se han incorporado mediciones de impacto en función de los objetivos de desarrollo sostenibles, visión de género y repercusión en la desigualdad.

De esta forma, el Gobierno trata de acercarse de manera tímida al experimento llevado a cabo por Nueva Zelanda en sus anteriores Presupuestos. En 2019, este país anunció que pondría en marcha unas cuentas del bienestar no tan basadas en los indicadores tradicionales, en referencia al PIB, que llega siendo la referencia desde los años 30 del siglo pasado, como ha recordado Calviño.