Salgado anuncia un recorte extra del déficit de un 0,5% del PIB este año y un 1% en 2011

Con el nuevo ajuste el Gobierno trata de dar respuesta finalmente a las exigencias de los mercados y de los analistas nacionales e internacionales, que consideraban poco creíble el objetivo del Gobierno de reconducir el déficit al 3% en 2013. Y es que en el Plan remitido a Bruselas en febrero el Gobierno dejaba la mayor parte del recorte de los números rojos para los años 2012 y 2013 previendo un crecimiento mucho más vigoroso que el que la mayoría de los analistas auguraban, lo que generó desconfianza.

El problema ahora es de dónde se recorta. El presidente del Gobierno ha dejado claro que no iba a tocar el gasto social ni la ayuda al desarrollo ni las transferencias a los entes territoriales, con lo que fiaba todo el recorte a la inversión y a los gastos de personal. Y también se han descartado subidas adicionales de impuestos más allá del incremento del IVA previsto para el próximo 1 de julio. Con estas premisas parece casi imposible un ajuste adicional de otros 5.000 millones para este año. Aunque el Ministerio de Fomento y la inversión pública vuelvan a ser paganos del recorte parece claro que habrá que sobrepasar alguna de las líneas rojas puestas por el Presidente para poder reducir el déficit.

Paga a los funcionarios

Fuentes del Ejecutivo dudan de que se vaya a suprimir la subida del 0,3% pactada con los funcionarios para 2010, porque apenas supone 50 millones y daría muy mala imagen al Ejecutivo ante los empleados públicos, pero el Gobierno ya no descarta «congelar» la paga a los empleados públicos del primer trimestre de 2012 para compensar la subida del IPC este año y el que viene. No hay datos oficiales, pero los 500 euros de media que, según el PP, recibiría cada funcionario, supone un gasto único de gasto en más de 700 millones. Anoche se dudaba cuándo José Luis Rodríguez Zapatero hará públicos los detalles de este ajuste de 5.000 millones para este año, aunque lo más probable es que sea este miércoles ante el Congreso, informa G. SANZ.

En este contexto los ministros de Economía de la Unión Europea ultimaban anoche en Bruselas los detalles de la creación de una especie de fondo de rescate permanente para los países del euro que tengan dificultades. Este fondo se basaría en tres pilares: préstamos de la Unión Europea que gestionaría la Comisión Europea por un importe que podría rondar los 500.000 millones; garantías aportadas por los países de la Eurozona en caso de que hubiera necesidad de préstamos suplementarios y una participación del Banco Central Europeo aún por definir.

Fuentes diplomáticas no descartaban anoche que la participación del BCE en este nuevo mecanismo fuera mediante la compra de los títulos de deuda de los países europeos en dificultades, tal y como ha hecho con los bonos griegos la semana pasada.

Estas líneas generales del fondo fueron acordadas antes de la reunión por el Presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, en una conversación telefónica mantenida, a su vez, después de que ambos recibieran sendas llamadas del Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en la tarde de ayer. El mandatario estadounidense logró el apoyo de Sarkozy y de Merkel sobre la necesidad de dar una respuesta «de calado» ante la delicada situación que atraviesan los mercados.

La anécdota

En el cápítulo de anecdotas, la reunión de Bruselas se vio ayer perturbada por la hospitalización del ministro alemán de Finanzas. Wolfgang Schauble, al poco de su llegada a la capital comunitaria. El ministro, enfermo desde hace tiempo, tuvo una rección alérgica a una nueva medicación. De este modo, el encuentro se interrumpió hasta que la llegada del titular germano de Interior en sustitución de su compañero de gabinete.