El PSOE insta al Gobierno a atacar el modelo fiscal liberal desde la escuela

«No podemos auspiciar posiciones contraprogresistas que apuntan siempre en la dirección de fomentar la competencia fiscal y la reducción a la baja de los estándares tributarios », proclama el documento definitivo de resoluciones del 40 Congreso del PSOE, que se celebró el pasado mes de octubre. «Por ello, las y los socialistas trabajaremos para que en los currícula educativos de ESO, Bachillerato y FP se incluyan temas relacionados con la vinculación entre fiscalidad, bienestar de la ciudadanía y el respeto a nuestros derechos y valores fundamentales».

El documento deja claro que para los socialistas es fundamental impulsar dentro de los contenidos de esas etapas educativas una asignatura de 'Educación Fiscal' que subraye el papel central de los impuestos en la redistribución de la renta y la captación de recursos «de nuestro Estado del Bienestar», e incluso también a la hora de orientar «nuestras economías en el proceso de transición ambiental».

El PSOE no se esfuerza demasiado en maquillar la intención de fondo de su apuesta por introducir contenidos de 'Educación Fiscal' a partir del instituto y expone abiertamente que de este modo «reafirmamos nuestra voluntad de disputar tal batalla ideológica , considerando que no hay mejor opción que invertir en educación tributaria y financiera, con el objetivo de contar con una ciudadanía crítica y comprometida con el espacio público compartido».

El apartado de 'Educación Fiscal y Financiera' del documento de Resoluciones del 40 Congreso del PSOE, en el que se recogen todas estas reflexiones y que se enmarca en el capítulo que presenta la propuesta fiscal socialista para los próximos años, es una llamada permanente al activismo ideológico contra lo que observan como un avance del liberalismo.

«La derecha ha logrado conformar un discurso en contra de los impuestos y, por ende, contra la propia labor del sector público en la redistribución de la renta y la financiación de los bienes públicos», diagnostica el documento que vuelca las conclusiones definitivas del último cónclave socialista, en el que se han detectado avances en este ámbito, pero no tan decididos como el PSOE le gustaría.

«Observamos una revisión de la conversación global sobre los impuestos a las grandes corporaciones y empresas digitales en los principales foros multilaterales, así como en la propia UE. Sin embargo, el rearme moral e ideológico (en el campo fiscal) aún está en camino de reconstrucción», evalúan los socialistas, que señalan el ámbito fiscal como uno de los últimos campos que aún resisten a lo que consideran como «una cierta descomposición del paradigma liberal».

La decisión de alterar los contenidos académicos de la enseñanza obligatoria para formar a los alumnos en una cultura fiscal aceptable a ojos de los socialistas, y sin duda ajena al «paradigma liberal», no figuraba en la ponencia marco en materia económica, coordinada por el eurodiputado socialista Jonás Fernández .

En el documento de base debatido en el 40 Congreso socialista ya figuraban las proclamas en favor de dar la batalla ideológica para derribar la prevalencia del modelo fiscal liberal y la importancia de la educación financiera en ese objetivo, pero en ningún caso se planteaba hacerlo a través de un cambio de los contenidos que se estudian en la enseñanza obligatoria.

El giro fue propuesto por las Juventudes Socialistas y por las agrupaciones territoriales de Valencia, Jaén, Asturias, Granada y Córdoba. La agrupación socialista valenciana fue la más explícita en este sentido. Su enmienda al apartado de la ponencia marco de la Ejecutiva del PSOE subrayaba que «la batalla de la cultura fiscal la está ganado el liberalismo de derechas con el objetivo de desmantelar el Estado del Bienestar» y abogaba directamente por «añadir la educación fiscal como asignatura a partir de 1º de la ESO» como antídoto a esa situación. La de Jaén incluso planteó introducir este tipo de contenidos ya desde la Educación Primaria para formar a los alumnos en los valores de la solidaridad y la concienciación fiscal.

Las enmiendas alteraron el texto inicial de la ponencia marco y dieron una vuelta de tuerca a esa batalla cultural que pretende librar el socialismo, de manera que ya no sólo plantea hacer pedagogía política y social para defender el valor de los impuestos y su vinculación con el estado del bienestar, sino que anima al Gobierno a utilizar el Boletín Oficial del Estado para introducir los cambios que sean necesarios en el currícula académico para formar a los alumnos en ese concepción del sistema fiscal.