La UE flexibilizará el Fondo de Rescate para garantizar la estabilidad del euro

De este modo el Fondo de Rescate podrá decidir un alargamiento en el tiempo de la madurez de los préstamos que concede así como una rebaja de los tipos de interés, u otro tipo de acuerdos bilaterales con los países que requieran asistencia, como ha sido hasta el momento los casos de Grecia, Irlanda y Portugal.

El Presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker , anunció al término de la reunión que se creará además un grupo de trabajo especial que analizará la manera de reforzar la reacción política a crisis de la deuda como la actual. Por su parte el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn , reconoció que una de las razones de que la reunión del lunes terminara a altas horas está en la preocupación de los ministros por la situación de los mercados .

Unas horas antes del Eurogrupo los principales líderes de la Unión Europea mantuvieron otra reunión de «coordinación» en Bruselas para analizar el segundo rescate financiero de Grecia y estudiar la situación de la eurozona en general. El presidente de la UE, Herman Van Rompuy , liquidó en un lacónico comunicado de dos párrafos las conclusiones de una reunión que había levantado mucha expectación, al no estar prevista en la agenda la semana pasada, y por el contagio de la crisis de la deuda soberana a otros países que hasta ahora se habían mantenido más al margen, como es el caso de Italia, nada menos que la tercera economía europea en términos de Producto Interior Bruto (PIB), lo que ha hecho saltar todas las alarmas.

Al encuentro asistieron, además del mencionado Van Rompuy, el presidente del BCE, Jean Claude Trichet , el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso , y el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn.

El Consejo de la UE intentó en vano que el encuentro fuera comparado a otros muchos de las mismas características mantenidos en los últimos meses, pero no lo consiguió. La razón es que el contexto es radicalmente diferente tras la confirmación de que la espiral de la crisis de la deuda soberana se extiende por los países más débiles en materia de equilibrio presupuestario , como Italia.

Y para parecer que los líderes europeos están a la altura de los retos continuaron tratando el espinoso asunto del segundo rescate financiero de Grecia, sobre todo en lo que a la participación del sector privado se refiere, en aras de intentar dar una solución global al problema si se resuelve la situación de Grecia.

En este asunto, el lunes se volvió a confirmar que las reticencias de los acreedores privados para participar en una nueva operación de salvamento de Grecia se mantienen, por el temor de que precisamente su acción sea considerada como una suspensión de pagos del país, lo que entrañaría enormes pérdidas en los contratos de seguros contra el impago de la deuda, conocidos como Credit Default Swap o CDS, que ellos mismos suscribieron para protegerse de la situación que ahora les obligan a crear.

Cabe recordar que Alemania, Holanda y en menor medida Francia, exigieron que en el segundo rescate de Grecia participaran los acreedores privados de modo que no fueran siempre los contribuyentes los que salieran al quite de los países con problemas, en un mensaje claramente dirigido a las opiniones públicas de cada uno de los países.

Sin embargo, y dadas las mencionadas dificultades, se ha abierto paso en los últimos días la posibilidad de recurrir a una suspensión de pagos parcial o selectiva de Grecia , lo que podría sortear la suspensión de pagos del conjunto del país en lo que vendría a ser una especie de «voladura controlada».

No hay que olvidar que el Banco Central Europeo, con Jean Claude Trichet al frente, se ha opuesto firmemente a la participación del sector privado en los rescates si ésta no tenía carácter «voluntario» y a cualquier forma de reescalonamiento de la deuda

Ahora, según fuentes comunitarias, los ministros de Economía del Eurogrupo, trabajan sobre dos opciones para el segundo rescate de Grecia: o bien hacer un reescalonamiento de la deuda (lo que supondría una suspensión de pagos parcial y limitada en el tiempo) o bien que el Fondo de Rescate de la eurozona recomprara títulos helenos, postulados ambos rechazados por el Banco Central Europeo.