Merkel fustiga a Obama ante el G20

La canciller ha dicho que no puede ser que aquéllos de fuera «que una y otra vez exigen (a los países del euro) una acción conjuntada, al tiempo estén negándose a la introducción de una tasa conjunta a las transacciones financieras», que promueven algunas grandes economías como Alemania, Francia, Japón y Brasil. «Creo que esto no es lo correcto» , subrayó.

Merkel se refería así directamente a los EE.UU. y a Reino Unido, en vísperas de la próxima cita del Grupo de los 20 (G20) de potencias desarrolladas y principales países emergentes. Durante su alocución ante el potente sindicato IGMetall en Karlsruhe, ha aprovechado para mostrar su oposición a la emisión oficial de obligaciones de deuda conjunta para la eurozona.

La jefe del gobierno federal, a la que se ha recusado desde fuera y especialmente desde Washington su dilación en la crisis financiera, insiste en que «no existe un golpe de gracia» o una única medida que todo lo solucione, sino una para cada momento y ha advertido contra la «nueva euforia» sobre un ajuste de la deuda griega: habría que «actuar con gran cautela» y sin convertirlo en «un baremo».

Tampoco los eurobonos lo serían. La jefe del gobierno alemán, que hablaba mientras los ministros de Hacienda y bancos centrales del G20 preparan en París, viernes y sábado, la cumbre Cannes, ha insistido en su oposición de la emisión conjunta de obligaciones, aduciendo que «no serían ningún milagro» y además «harían crecer los intereses» de refinanciación para Alemania.

La solución de la crisis de endeudamiento sería «un largo y estresante proceso, hecho de tantos pasos y medidas que aún deben ser cuidadosamente escogidos, de modo que en el momento adecuado conduzcan a una solución que comporte más ventajas que inconvenientes».

La canciller ha aprovechado su discurso para enumerar las prioridades alemanas ante el próximo encuentro del G20 en Cannes, el 3 y 4 de noviembre, y entre estas ha destacado la regulación de los mercados financieros , así como de los bancos que constituyen un riesgo sistémico, esto es, para el conjunto. Subrayó que esta última medida ya había sido consumada en Alemania.

Sobre el riesgo griego, que pende sobre la eurozona, Merkel ha señalado que en su opinión una quita para reajustar la deuda de Grecia no podría tener lugar «más que para evitar lo peor» y permitir al país entablar reformas que mejorasen su competitividad y situación.

Varios miembros importantes del G20 son favorables a la creación de esta tasa de compensación sobre las transacciones extramuros, combatida en cambio por EEUU, Reino Unido y China. Pero tampoco son más de media docena los miembros de la Unión Europea los que por el momento apoyan la propuesta.