El G-20 medirá los desequilibrios financieros que impiden salir de la crisis
China deja en suspenso a la posible incorporación del yuan y Brasil exige que no haya «imposiciones»
Los ministros de Economía y Finanzas del G20 han acordado crear unos "indicadores" que permitan medir los desequilibrios financieros globales, incluyendo los tipos de cambio, aunque China deja en suspenso a la posible incorporación del yuan y Brasil exige que no haya "imposiciones", sino sólo " ... recomendaciones".
Esta primera reunión ministerial del G20, bajo la presidencia francesa, marca un primer y tímido jalón en el largo proceso de anunciadas reformas del sistema monetario internacional, sin que los grandes bloques económicos mundiales, EE.UU., China, la UE y Brasil, entre otros, den señales de una flexibilidad excepcional, defendiendo duras posiciones de principio.
España participa en las reuniones como país "invitado". Elena Salgado afirma: "Somos igual que el resto, se nos escucha con la misma atención: España no se siente sola por su estatus de invitada". Elena Salgado asegura que "en cada uno de los pequeños corrillos en los que he participado siempre hubo una mención expresa a la oportunidad de las reformas emprendidas por el Gobierno español".
La ministra francesa de Economía y Finanzas, Christine Lagarde, antigua nadadora olímpica, se muestra mucho más prolija sobre los tímidos resultados de la primera reunión ministerial del G20, que ella considera excelentes.
A juicio de Madame Lagarde, los indicadores destinados a medir los desequilibrios financieros globales están llamados a crear en un entorno económico internacional que permita un crecimiento económico "fuerte y sostenible".
Los indicadores escogidos son: deuda y déficit público, ahorro, inversión, balanza comercial y saldo de las inversiones corrientes. La presidencia francesa deseaba incluir los tipos de cambio. Pero Pekín deja en suspenso esa cuestión. Hasta ahora, la moneda china, el yuan, no cotiza libremente, sino que está directamente controlado por las autoridades chinas, poco sensibles a las sirenas librecambistas.
Desde la óptica de la presidencia francesa, los indicadores que permitan comparar, de alguna manera, los grandes desequilibrios financieros globales, debían echar los fundamentos de alguna forma de cooperación global. Pero el fuego cruzado de los EE.UU., China y Brasil, entre otros grandes actores, impedirá dar a tal comprobación "contable" ninguna dimensión "coercitiva".
A juicio de Christine Lagarde, "estos indicadores nos permitirán trabajar juntos, todos ganaremos con un crecimiento equilibrado, evitando juntos una nueva crisis".
Esta primera reunión ministerial del G20, bajo presidencia francesa, ha dejado para más adelante, una compleja agenda de trabajo, que incluye temas de envergadura mundial, divididos en seis grandes capítulos:
1. "Coordinar las políticas económicas y reducir los desequilibrios macro económicos mundiales".
2. "Reforzar la regulación financiera internacional".
3. "Reformar el sistema monetario internacional".
4. "Luchar contra la volatilidad del precio de las materias primas”.
5. "Mejorar la gobernanza mundial".
6. "Trabajar para favorecer el desarrollo".
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