Herschel, el telescopio espacial más grande construido jamás

El observatorio volador Herschel podrá detectar radiación infrarroja cósmica que le permitirá ver a través de nubes de polvo y gas, que en la luz visible, como por ejemplo en el caso del telescopio Hubble, constituyen una especie de cortina inescrutable.

«De la luz que llega a nosotros desde el Universo, sólo la mitad pertenece al espectro visible, la otra mitad es del infrarrojo lejano. Por lo tanto, con un telescopio óptico sólo podemos ver la mitad del Universo», explica Albrecht Poglitsch, del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre, en la ciudad alemana de Garching, cerca de Múnich, que es responsable de uno de los tres instrumentos a bordo del Herschel.

El esfuerzo que hicieron la Agencia Espacial Europea (ESA) y sus socios es enorme: el proyecto tiene un costo de alrededor de 1.000 millones de euros y en la construcción del observatorio participaron 17 empresas. Con un diámetro de 3, 5 metros, la superficie del espejo del Herschel es más del doble de la del Hubble, cuyo diámetro es de 2, 4 metros. La ESA subrayó que es «el más grande lanzado al espacio».

Herschel tendrá tareas múltiples: no sólo tendrán en la mira las primeras estrellas del Universo, sino que también podrá analizar los capullos de polvo en los que se forman los soles jóvenes. Además, observará cómo se forman los sistemas planetarios, investigará la historia del Sistema Solar al que pertenece la Tierra y analizará la composición química de las nubes de molÙculas, estrellas y galaxias.

Para el año 2013, la agencia espacial estadounidense NASA tiene previsto el lanzamiento de un telescopio espacial aún más grande. El Telescopio Espacial James Webb.