La guía de buenas prácticas del Gobierno para la desescalada

Los comercios fijarán un aforo máximo y deberán marcar una línea de seguridad en el suelo y/o cartelería informativa, tanto en la zona de caja como en la venta directa al consumidor. En caso de picos con afluencia masiva de clientes se deberá esperar fuera del establecimiento de forma organizada y guardando la distancia de seguridad.

Las tienda que tengan probadores deberán valorar el cierre temporal de los mismos o su apertura parcial (alternando uno abierto con uno cerrado) y procediendo a su limpieza tras cada uso. Las prendas que hayan sido objeto de prueba deberán ser desinfectadas o puestas en cuarentena, durante 48 horas, recogiendo y manipulando estas con guantes desechables.

Si el producto de alimentación está expuesto al cliente sin envasar, se deberá proteger en vitrinas para garantizar su higiene. En el caso de pescado, frutas, verduras y hortalizas podrá establecerse una distancia de seguridad entre el cliente y los productos que esté adaptada al tamaño del establecimiento.

Sistema de trabajo en turnos, con rotación de empleados para minimizar riesgos, además de limitar el número de trabajadores coincidentes y de individualizar , en la medida de lo posible, tareas que se realizaban en pareja, o, si no es posible, mantener las distancias de seguridad. Las puertas deben estar abiertas con cuñas para evitar el contacto con las manetas y pomos.

En la zona de cajas, se utilizarán terminales alternos , manteniendo una distancia interpersonal de dos metros. Se valorará la instalación de mamparas de plástico y que los vendedores lleven una pantalla individual protectora en la cara, además de guantes. Habrá que evitar que el personal que manipule dinero u otros medios de pago despache simultáneamente productos.