Las empresas preparan sus sistemas informáticos para empezar a teletrabajar

Las empresas están contactando ya con sus proveedores tecnológicos, desde operadores de telecomunicaciones a firmas de software, para solicitarles servicios para poner el teletrabajo en marcha como redes virtuales privadas (VPN) y, sobre todo, licencias de programas informáticos para teletrabajo . Y es que las compañías, por cuestiones legales, deben garantizar que todos los programas que sus empleados usan en su hogar tienen las correspondientes licencias.

AXA España, séptima aseguradora del país por volumen de negocio, que lleva cinco años implantando el sistema de teletrabajo, tiene ya las herramientas y accesos necesarios para que el 75% de su plantilla en España teletrabaje. Pues bien, según explican desde la entidad, la dirección está siguiendo de cerca la evolución del coronavirus y en las dos últimas semanas ha comenzado a estudiar la posibilidad de extender esas herramientas al 25% restante, dándoles acceso remoto desde sus hogares a sus servidores. Además, a nivel global, el grupo francés está comprobando que los servidores tengan capacidad suficiente para soportar el acceso en teletrabajo de buena parte de sus empleados a la vez.

De hecho, no son pocas las empresas españolas que están empezando a hacer pruebas de esfuerzo para comprobar su capacidad para dirigir el negocio con toda o parte de su plantilla trabajando desde casa. Hoy mismo, los 2.200 trabajadores de Vodafone España en su sede central de Madrid, que suponen el 60% de la plantilla del grupo británico en nuestro país, trabajarán desde casa para que la teleco chequee que disponen de las herramientas y los medios adecuados para poder teletrabajar desde casa y la compañía funcione «con total normalidad».

La empresa de tecnología médica Siemens Healthineers también aprovechará este viernes para «realizar pruebas para ver que todo funciona correctamente y llegado el momento implantar las medidas que está planificando sin incidencias importantes », según un correo electrónico enviado por el servicio de prevención de la compañía a sus empleados.

La firma, dentro de su plan de acción por el Covid-19, contempla el teletrabajo y reuniones «online». Así, la plantilla está llamada este viernes a no acudir a los centros de trabajo de Siemens Healthineers, trabajar a distancia, sustituir reuniones presenciales por «online» y mantener solo las visitas a los clientes del grupo.

La posibilidad de teletrabajo es una medida que incluyen los planes de continuidad del negocio de las grandes corporaciones y que se aplican no solo en caso de epidemias , sino también de catástrofes naturales, atentados terroristas, grandes disturbios y otros episodios que impidan el trabajo normal en las sedes de las compañías.

Según las fuentes empresariales consultadas, estos planes incluyen distintas fases según el nivel de epidemia. Antes de enviar a teletrabajar a todos los profesionales, en algunos casos se empieza por recomendar a sus empleados l levarse a casa su ordenador portátil por si se decidiese al día siguiente que no acudieran a sus puestos y se sigue por poner a trabajar en remoto a un porcentaje de la plantilla , no al cien por cien. Esto, según explican, depende en parte de los centros de trabajo: en aquellas sedes más amplias se puede hacer por fases, mientras que en torres verticales donde los trabajadores están más juntos lo normal es enviar a teletrabajar a toda la plantilla de golpe.

En esta línea, la firma de auditoría y consultoría EY activó ayer la fase 2 de su protocolo de prevención, que obliga al teletrabajo, en su oficina de la Torre Azca de Madrid hasta próximo aviso tras detectar un caso de coronavirus, según informó por correo electrónico a los 3.100 empleados de la sede madrileña el presidente de la compañía, Federico Linares.

Los bancos también han comenzado a proteger sus unidades de negocio más críticas. Por ejemplo, BBVA, a pesar de no haber detectado ningún contagio en sus filas, ha trasladado a un centenar de sus 400 empleados de la sala de tesorería de la Ciudad Financiera a un edificio en Las Rozas con el fin de aislar al equipo para que, en caso de contagio, esté garantizada la continuidad del negocio. Esta división de los bancos se encarga de operaciones de compraventa de valores por orden de sus clientes y en nombre de las entidades, y son habitáculos muy herméticos y protegidos.