Draghi deja la normalización monetaria para el próximo presidente del BCE

En la UE se negocia desde hace meses la sucesión de Draghi al frente del BCE, fijada en el calendario para el 31 de octubre de 2019, pero el italiano parece querer apurar hasta esa fecha su política de bajos tipos de interés y su programa de compra de deuda pública y privada de la zona euro, abordando una reducción tan progresiva que dure al menos hasta entonces.

«La recuperación en curso está impulsada por la demanda interna de cada país, el mercado de trabajo ha mejorado notablemente y la inversión también, impulsada por condiciones de financiación muy favorables”, dijo ante los eurodiputados, pero subrayando que siguen existiendo riesgos a la baja, principalmente relacionados con factores globales y con la evolución de los mercados de divisas, que impiden todavía girar el timón monetario.

«La firme recuperación económica todavía necesita traducir de manera más convincente una dinámica de inflación más fuerte», concretó, añadiendo que los riesgos de deflación han desaparecido casi totalmente. La inflación general, que fue de 1,5% en agosto, disminuirá temporalmente hacia el final del año, según los cálculos del BCE, impulsada principalmente por los efectos de base en el componente de energía . Posteriormente, cuentan con que aumente de nuevo, alcanzando el 1,5% en 2019, lo que nos lleva hasta la fecha del relevo de Draghi y el cambio de política monetaria quedaría en manos del siguiente presidente del BCE, posiblemente un alemán.

«Estamos cada vez más seguros de que la inflación llegará finalmente a niveles acordes con nuestra meta de inflación, pero también sabemos que todavía se necesita un grado sustancial de acomodación monetaria para que se materialice la trayectoria ascendente de inflación», daba largas ayer Draghi, «todavía se observan algunas incertidumbres con respecto a la perspectiva de la inflación a medio plazo. En particular, la reciente volatilidad de l tipo de cambio representa una fuente de incertidumbre que requiere un seguimiento con respecto a sus posibles implicaciones para las perspectivas a medio plazo para la estabilidad de precios».

También fue preguntado por los peligros del Brexit y tranquilizó explicando que son riesgos «complejos pero manejables» , que disminuyen con cada mes que pasa y que si no se cometen «graves errores» en el proceso no habrá que lamentar daños irreversibles. Todo dependerá, dijo, del acuerdo final.