La UE desmiente las cuentas griegas y desata el temor a la quiebra
El contagio llega a España, Portugal, Irlanda e Italia, y golpea al euro
La intensidad de la tragedia griega aumenta. El Eurostat, la autoridad estadística europea, revisó ayer al alza el déficit público griego en 2009 hasta el 13,6% de su PIB, una cifra notablemente mayor a la estimación oficial griega, del 12,9%, y que pone ... en evidencia la falta de credibilidad de las estadísticas helenas, que se enfrentan, además, a nuevas correcciones. Las consecuencias de este nueva muestra de descofianza fueron drásticas tanto para el mercado como para las economía periféricas de la eurozona, como Portugal, Irlanda, Italia y España.
El miedo a que el país heleno pueda suspender pagos -aderezado con nuevas declaraciones desde Alemania que alertan sobre la intención de denunciar la inconstitucionalidad del paquete de ayudas- dispararon ayer los diferenciales del bono griego diez años con el alemán desde los 516 puntos básicos del miércoles a 580. La diferencia fue aún más acusada en el bono a tres años, que subió hasta 870 puntos, niveles nunca antes vistos desde la entrada en 2001 de Grecia en la eurozona. La puntilla vino de la mano de la agencia de calificación Moody´s, que rebajó la nota de la deuda de Atenas a escasos pasos del bono basura y alertó de posibles recortes adicionales en los próximos tres meses.
En España, la evolución del diferencial frente al «bund» de los bonos nacionales llegó a alcanzar los 90 puntos básicos, mientras que el coste de asegurar nuestra deuda a cinco años (CDS) registró un fuerte incremento hasta los 172 puntos básicos desde los 158,4 enteros. En el caso de Portugal, lo seguros de crédito repuntaban hasta los 272,2 puntos, frente a los 232,1 del miércoles.
Las Bolsas del sur de Europa también acusaron estas dudas. La mayoría de las plazas cerraron en rojo, destacando el retroceso del 2,1% del Ibex-35. Londres cayó un 1%, al igual que Francfort y París, que se dejaron un 1,3%. Lisboa retrocedió un 2,5%. El euro también pagó las consecuencias. La moneda única se llegó a cambiar a 1,3261 unidades frente al dólar, un nivel que no alcanzaba desde hacía alrededor de un año.
El comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, en un intento de calmar las aguas aseguró ayer que el Gobierno griego se ha comprometido a reducir el déficit público un 4% este año, independientemente del nivel de partida que ayer fue revisado al alza.
En cuanto a las especulaciones observadas en el mercado sobre un posible efecto contagio de la situación griega a España ya Portugal, siempre descartada desde Bruselas, el FMI aseguró ayer desde Washington no estar nada preocupado por el riesgo soberano de España y Portugal.
Pero lo cierto es que España fue en 2009, según Eurostat, el cuarto país de la UE con mayor déficit público, un 11,2% del PIB, sólo superado por Grecia, con 13,6%, Irlanda, con un 14,3% y Reino Unido, con un 11,5%., países que también fueron castigados por los inversores.
Mientras en Atenas, el primer ministro Yorgos Papandreu ha tenido que afirmar, muy compungido:«Nuestra obligación histórica es tomar la decisión que evitará lo peor para los griegos». Y confirmó que no cambia el objetivo del Programa de Estabilidad y Crecimiento presentado: reducir en cuatro puntos porcentuales el terrible déficit público. El socialista ha acusado al Gobierno conservador de la situación heredada, ya que en epoca de Nueva Democracia se hablaba de un déficit público entre el 6% y el 9%. Y afirmó:«En vez de buscar excusas para olvidar nuestras responsabilidades, hoy es de vital necesidad trabajar y tomar la responsabilidad de salvar el país para el futuro de los griegos».
Mientras que los expertos del Fondo Monetario Internacional, de la Comisión Europea y del Banco Central Europea siguen enfrascados en los números de la economía pública helena, la población está inquieta. ¿Aceptará Papandreu el rescate ya o seguirá insistiendo en que el país puede evitar la quiebra por su cuenta?
Entretanto, un rosario de huelgas ocurren a diario. Ayer se juntaron la convocada por el sindicato comunista PAME (de 48 horas, con afiliados en el sector público y privado) y la del sindicato de los funcionarios, ADEDY (con mas de quinientos mil afiliados). No funcionaron los ministerios, organismos públicos y oficinas de la administración local, aunque de puertas a dentro muchas personas acudieron a su despacho para no perder un día de trabajo de la nómina. Tampoco abrieron los centros educativos y los hospitales estuvieron en mínimos. En el Pireo no hubo transporte marítimo al impedirlo los estibadores en huelga. Los sindicatos protestan ante la pérdida de derechos sociales adquiridos y las reducciones salariales ya en efecto y temen que cualquier involucro del FMI reducirá su nivel de vida. Pero analistas consideran que las huelgas cada vez reunen a menos gente, ya que las medidas se tendrán que aplicar a pesar de su alto precio político.
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