¿Ha afectado en el consumo el cierre de Megaupload?
A seis meses del cierre de la popular plataforma de descargas Megaupload, expertos, usuarios o tiendas alquiler de películas explican que practicamente la situación no ha cambiado
¿Ha afectado en el consumo el cierre de Megaupload?
Pocos días después de estrenarse, «Los Vengadores» entró directamente como la tercera película más taquillera de la historia de EE.UU. Con una recaudación de 1.331 millones de dólares, el film dirigido por Joss Whedon la coloca tan solo por detrás de dos maravillas ... nacidas de la cabeza de James Cameron («Titanic» y «Avatar»). En lo que llevamos de año, «Blancanieves y la leyenda del cazador» se ha llevado otra de las palmas, siendo el tercer mejor estreno del año en España tras «Sherlock Holmes».
Unas maravillas que podían verse de forma gratuita a través de plataformas como Megaupload, cuyo cierre el pasado 20 de enero generó indignación y miedo indistintamente. Las redes sociales ardieron entonces con este bloqueo por parte del FBI. Parecía que se trataba del final de internet tal y como lo conocíamos. Nada ha cambiado en estos meses. Unas semanas de incertidumbre, dudas y «a ver qué pasa». Poco más. La tendencia ha continuado, al menos en España, apuntando hacia la misma dirección. Desde el 2007 el consumo de películas reproducidas «online» ha mantenido una curva ascendente. Ese crecimiento ondea hacia un 40%, en detrimento del descenso del 8% de venta de películas en soporte físico. Sin embargo, el cierre de diversas páginas de descargas, ¿ha trasladado a los consumidores a adquirir de forma legal productos audiovisuales? ¿Ha afectado en algo?
«Con el cierre de Megaupload he dejado de ver series», asegura Cristina , una de las 30 millones de internautas españoles. Ella considera que la opción de plataformas P2P le parece un retroceso, por lo que ha evitado su uso. Le ha afectado. «No quiero pagar por algo que sé que mucha gente en sus países ve gratis». Es la otra cara de una moneda en la que Inma sigue consumiéndolas a través de la Red. «Las veo en otras plataformas exactamente igual», añade, al tiempo que matiza que en un primer momento, cuando se produjo el bloqueo, tuvo dudas y acabó regresando a servicios como Bittorrent. «Me he bajado 60 ó 70 películas y series», desvela.
«No ha afectado en nada», confirma Víctor Domingo , presidente de la Asociación de Internautas , quien se muestra convencido que la gente «no va a comprar más DVD’s» por este tipo de medidas. «No tiene ningún valor en función del mercado actual» porque «el que quiera buscarlos por ahí los va a encontrar». A su juicio, no se ha producido ni aumento ni descenso de las ventas en el mercado. «Nadie ha podido decir que a raíz de Megaupload haya ido más al cine». «Los usuarios que pensaban que Megaupload era una 'nube' en la que podían subir sus archivos, incluso pagando, han perdido esa información», critica Domingo, quien asegura que lo que no fue legítimo fueron las condiciones del cierre de la plataforma «sin una decisión judicial».
«Lo hemos notado». Son palabras de Juan Carlos Tous , fundador de Filmin , la plataforma más antigua de nuestro país en descargas legales, quien considera que sí ha influido en cierto modo el cierre de Megaupload, aunque «con el tiempo se diluye», ya que «han aparecido sustitutos». Esta alternativa al cine tradicional, de las varias que existen actualmente, ha incrementado todos los registros de suscriptores y ventas de películas. Tal vez ese es el futuro. Tal es la repercusión de estas alternativas que el servicio español de vídeo «online» bajo demanda Wuaki.tv ha sido adquirido en su totalidad por la compañía de comercio electrónico japonés Rakuten y que lanzará una tarifa plana con un precio inferior a 10 euros.
En el otro extremo, Juan Jurado lleva treinta años al frente de «La Strada», un videoclub tradicional ubicado en el madrileño barrio de Tetuán (C/ López de Haro), que se ha visto obligado a cerrar su negocio por el notable descenso de la clientela. «Cierro porque no funciona y estoy cansado de esperar a que funcione», explica este comerciante, quien echa la culpa directamente a las descargas ilegales. «Un gremio bonito y que ha funcionado ha desaparecido por la gran competencia que ha habido y porque, además de la economía, nos ha hecho polvo la copia», lamenta.
Jurado recuerda que este videoclub llegó a tener hasta cinco empleados trabajando. Ahora es tan solo solo él quien permanece en sus instalaciones. «Había sábados que no se podía ni entrar de la gente que había», comenta. Todo aquello ya forma parte del pasado. Se ha ido apagando. Ha tenido que ir recortando empleados y sueldos. Ese negocio que se extingue frenó relativamente su bajada en los últimos meses. Un 5% en marzo, cuando en años anteriores el descenso oscilaba en torno al 15%. «Se frenó porque la gente se sintió desconcertada -con el cierre de la popular plataforma-, empezaron a venir a ver qué novedades había, pero este negocio está casi muerto».
De la misma opinión es Perpetua Hernández , dueña del Chaplin (C/Badajoz), videoclub que lleva en activo 24 años. «Parecía un ligero repunte, pero llevamos dos meses de desplome casi total», manifiesta esta empresaria, también convencida de que la desaparición de Megaupload no ha «repercutido en nada», ya que los internautas que tienen el hábito de efectuar descargas han encontrado los archivos por otro lado. «Hace años que pienso que este gremio no tiene remedio». Mismo camino ha llevado empresas como Cinebank, oblidada a cerrar «muchos» en lo que va de año. «Pensábamos que iba a subir con la Ley Sinde, pero no ha tenido mucho resultado. No ha habido una avalancha ni se ha notado».
En medio de esta crisis económica mundial, que azota mentes y destroza negocios, la venta de entradas de cine ha seguido cayendo. Ya sea por falta de dinero o por desinterés, lo cierto es que el pasado año cerró con un descenso de un 7,1%, según datos publicados por el Observatorio Audiovisual Europeo . Así, en términos económicos, la caída de los espectadores españoles hizo que que el sector ingresara por taquilla 612,84 millones de euros, 49,47 menos que el año anterior. Como trasfondo, los delitos contra la propiedad intelectual supuso en 2011 la detención de más de 2.000 personas por parte de la Policía y Guardia Civil, quienes se incautaron 8,79 millones de objetos valorados en más de 694 millones de euros.
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