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Conte acepta el control del Fondo de Reconstrucción y adelanta reformas estructurales

Tras una reunión con Merkel, el primer ministro italiano afirmó que «ambos estamos de acuerdo en la necesidad de un acuerdo rápido a partir del viernes»

Conte y Merkel, hoy, en la rueda de prensa tras su encuentro a las afueras de Berlín AFP
Rosalía Sánchez

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Las negociaciones bilaterales no parecen exentas de la tendencia italiana al piropo en el arte de la seducción. «Cada vez que me reúno con la señora Merkel me fascina más su sensibilidad para con nuestros problemas, su visión y su capacidad de estrategia, permítame que o diga en publico señora canciller», se ha deshecho en halagos el primer ministro italiano Giuseppe Conte en su visita a Messeberg, a las afueras de Berlín.

Y ha tenido la suerte de toparse con una Merkel centrada en su papel como presidenta por turno de la Unión, lo que la obliga a adoptar el papel lo más neutral posible, de manera que deja el discurso duro a los «frugales» y trata de destacar los clavos ardiendo a los que, hoy por hoy, puede agarrarse la posibilidad de un acuerdo en la cumbre europea del próximo fin de semana.

«Ambos estamos de acuerdo en la necesidad de un acuerdo rápido, a partir del viernes, sin más demora, porque cada día que pasa se está retrasando también la recuperación económica», ha destacado Merkel sobre el encuentro, «ambos mantenemos posturas diferentes en defensa de los intereses de nuestros países, pero en lo referente a la estructura del Fondo, en esto estamos de acuerdo Italia y Alemania».

Y aún así no ha dejado de señalar cuestiones que desagradan bastante, tanto a Conte como a Pedro Sánchez, que pasará mañana por el mismo escenario y que se encontrará con la misma respuesta. «Por supuesto que se debe garantizar que el dinero llega al sitio correcto», concretó la canciller alemana cuando le preguntaron por el sistema de vigilancia que ha de incluir el Fondo de Reconstrucción sobre los fondos que sean asignados a cada país. Y se mostró además de acuerdo en los planes de «recuperación y resiliencia» que cada país tendrá que presentar previamente, según la última propuesta de Michel, con la que Alemania está de acuerdo pero en la que Italia y España siguen encontrando puntos no asumibles.

A esas alturas de la rueda de prensa conjunta, de una hora aproximadamente de duración, Conte destilaba su amenaza. «Sería una lástima que avances que ha costado tanto lograr, en el mercado común y en el área Schengen, vean ahora un retroceso» dijo, «Europa debe escuchar su propia voz. Si dejamos que la crisis siga su curso, entonces veremos destruido el mercado común. La fragmentación será la consecuencia lógica. Y eso no puede ser del interés de nadie, ni siquiera de un país como Alemania».

Conte llamó a los gobiernos europeos a «aportar soluciones» en lugar de dejarse llevar por «sentimientos» y pidió una reacción «coordinada, fuerte y urgente» a la crisis consecuencia de la pandemia. Merkel estuvo de acuerdo con él en que «el fondo de Reconstrucción no puede ser jibarizado».

La canciller alemana expuso un discurso de solidaridad y cercanía con los países que más duramente han sufrido la pandemia y utilizó la expresión de «desastre humanitario». Dejó claro que Alemania considera la solidaridad europea como una inversión de futuro e insistió en la necesidad de un acuerdo rápido, pero no ocultó que «estamos todavía lejos de ese acuerdo» y constató que «las diferencias persisten», sin anotar acercamiento alguno en la reunión con Conte. Aun así, mantiene la esperanza para la cumbre de los días 17 y 18 de julio y recordó que «en Europa es habitual partir de posiciones muy alejadas y lograr de alguna manera tender puentes entre ellas».

Conte, por su parte, accedió a la idea de que Italia deba aceptar un control como condición para recibir las ayudas europeas que lleguen a acordarse y a establecer previamente la manera en que se vayan a gastar. El primer ministro italiano aseguró que Roma «está dispuesta y a favor de criterios claros y transparentes en el marco de la solidaridad europea», mencionando incluso que su gobierno ha ha comenzado a aplicar principios de reforma y reestructuración con os que demostrar cuanto antes su compromiso. «La ruptura del mercado interior, como consecuencia del impacto económico más oneroso para los países que más fuertemente han sido golpeados por la pandemia es también muy peligrosa para los países más fuertes desde el punto de vista financiero”, advirtió, y reiteró que “ahora es el momento de la solidaridad y cada uno tiene que asumir su responsabilidad para evitar la fragmentación».

Merkel asentía cuando Conte subrayaba que nos encontramos ante un momento de extraordinaria dificultad en el que no caben posiciones intransigentes, como ha ocurrido en otros tiempos, y llamaba a los socios europeos a «mirar más allá de las cifras» y responder con altura de miras a un reto en el que Europa se juega su reposicionamiento global.

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